Racing Club comenzó hoy por establecer una clara diferencia de actitud sobre un desvaído Boca Juniors y en el segundo tiempo aprovechó todas las facilidades que se le dieron para estampar un muy festejado 3-0 que lo dejó prácticamente a salvo de la promoción.
El compás del clásico siempre lo marcaron los volantes albicelestes, con Franco Zuculini como abanderado. Pero recién en el complemento, cuando Boca se regaló, apareció la profundidad y el partido quedó rápidamente resuelto con una goleada.
Pablo Migliore, quien apareció cuando lo requirieron, Lucas Castromán, con participación en los dos primeros goles, y Sebastián Grazzini, con una definición de alto nivel, fueron otros de los destacados en la Academia. Racing intentó imponerle al partido un ritmo vertiginoso y lo impulsó a Boca a ese juego. En los primeros minutos ambos insinuaron algunas posibilidades de llegada, pero después fueron perdiéndose y sobre el final de la etapa los arqueros ya no tuvieron trabajo.
El local llegó a los 3 minutos con una subida de José Shaffer por izquierda, quien lanzó un centro cruzado que Braian Lluy no pudo conectar. Dos minutos después Juan Román Riquelme probó desde fuera del área y exigió a Migliore, quien contuvo en dos tiempos. A los 8 Damián Díaz, asistido por Riquelme, quedó solo frente a Migliore, pero no pudo controlar el balón. La más clara la tuvo Boca en el minuto 25 cuando Martín Palermo, por izquierda, tocó hacia el medio, remató Nicolás Gaitán de frente y exigió una gran intervención de Migliore.
En Racing se destacó la combatividad del mediocampo en el que sobresalió Zuculini, pero no hubo elaboración de juego, mientras que Boca no pudo ordenarse porque Riquelme jugó muy lejos del área, separado de Rodrigo Palacio y Palermo.
Antes de que se cumpliera un minuto del segundo período, Rubén Ramírez tuvo el gol, pero remató alto. Después Racing le cedió el terreno a Boca, para poder tener espacios para contraatacar.
En ese lapso el equipo visitante manejó el balón, pero sin llegar al área y recién a los 14 un remate de Riquelme produjo otra buena atajada de Migliore. De inmediato se abrió el marcador en jugada que comenzó Ramírez y que luego de un fallido intento de rechazo de Hugo Ibarra le quedó a Castromán, quien ingresó libre por el medio del área, pasó entre los zagueros rivales y definió con zurda.
Dos minutos después se fue expulsado Sebastián Battaglia, quien cometió una mano intencional ganándose la segunda amonestación. Y con la ausencia de su volante central Boca quedó desarticulado y expuesto a la catástrofe.
A los 20 de nuevo encaró Castromán y lo derribaron, pero Zuculini se llevó la pelota, ingresó al área y puso el 2-0. La goleada la consumó el ingresado Grazzini cuando recibió de Ramírez, hizo pasar dos veces de largo a Juan Krupoviesa y venció nuevamente la valla visitante en una acción de alta categoría. El resultado final refleja la predisposición con que cada uno llegó al partido y las cifras eximen de otras consideraciones.