Transcurridas apenas seis jornadas, el clásico Real Madrid-Barcelona de mañana está lejos de ser el “partido del siglo” habitual, pero la España futbolística se dividirá de nuevo por dos equipos, dos ideas, dos sentimientos y dos estilos de juego contrapuestos.
La separación en dos a la que tiende España por tradición será llevada mañana al paroxismo por un duelo que concita el interés hasta de los que no son aficionados habituales al fútbol.
Los dos equipos se encargan de ahondar sus diferencias, sobre todo en el campo de juego. Un Real Madrid en pertinaz crisis desde hace varias temporadas confió su salvación a Fabio Capello y a su fútbol eficaz, sin adornos, prosaico.
El Barcelona se convirtió en una referencia europea con su juego vistoso, su agresividad y los mejores jugadores del planeta, todo ello sin descuidar los aspectos defensivos. Es la clave del técnico Frank Rijkaard y de sus estrellas.
El Barcelona llega al estadio Santiago Bernabéu como líder y con cinco puntos de ventaja sobre el equipo blanco, por lo que una victoria azulgrana dejaría tocado al Real Madrid, pero, según Capello, “no es un partido a vida o muerte”.
Los clásicos son siempre de pronóstico incierto, pero el de mañana quizás lo sea más que nunca. Los protagonistas aseguran que llegan “igualados”. Y es que la ventaja azulgrana en la Liga, que haría pensar en una presumible repetición del 3-0 del año pasado, se disipó tras los resultados de la semana en Europa.
El Real Madrid goleó en Bucarest y olvidó su derrota en Getafe; el Barcelona cayó en Londres ante el Chelsea y olvidó su buena marcha liguera. La conclusión es: ningún resultado, excepto una abultada goleada por uno u otro bando, sería una sorpresa.
Por jugar en casa y por su posición en la tabla, además de por las urgencias que empiezan a ser “históricas” tras tres temporadas sin títulos, el partido resulta más trascendente para el Real Madrid, por lo que Capello se fija en el modelo del Chelsea de José Mourinho para el triunfo.
“Todo el mundo piensa que el Barcelona es invencible, pero de vez en cuando se encuentra un equipo como el Chelsea que le juega muy bien. Tenemos que jugar como hicimos ante le Steaua”, arengó hoy Capello, que parece ya rendido al fútbol de Guti y Robinho en ataque, junto a Raúl y Ruud van Nistelrooy, en ausencia del sancionado Ronaldo. No dispone de las armas defensivas del Chelsea, por lo que deberá buscar registros propios.
El italiano además parece haber dado con la defensa adecuada con la incorporación de Iván Helguera en el centro de la zaga junto a Fabio Cannavaro, y Sergio Ramos en el lateral derecho.
Un triunfo ante el Barcelona sería un empujón anímico para el equipo y la afición blanca, acomplejada ante los azulgranas los últimos años.
Pero el equipo catalán no llega tampoco en su mejor momento. Aún no ha dado la imagen de las temporadas precedentes, cayó con el Sevilla en la Supercopa de Europa y ante el Chelsea en la Liga de Campeones. Su ataque no se muestra tan brillante, sobre todo por la ausencia del lesionado Samuel Eto’o, y lo que parece más preocupante, el conjunto es menos solvente en defensa.
Todo ello ha provocado las primeras críticas, también contra el astro Ronaldinho. “Quizá en el fondo sí les han afectado las críticas. Siempre merecés el crédito que recibís”, dijo hoy Rijkaard, siempre comedido.
Con todo, el técnico holandés no ha dado pistas del once titular. Dejará en Barcelona a Gio Van Bronckhorst y apostará por Sylvinho en el lateral izquierdo. Las dudas llegan sobre si incluir a Lilian Thuram en defensa, a Andrés Iniesta en el centro del campo y en saber si será Ludovic Giuly, Eidur Gudjohnsen o Javier Saviola quien acompañe en el ataque a Lionel Messi y Ronaldinho.
“Será difícil repetir lo del año pasado”, señaló Rijkaard, sabedor de que el 3-0 no parece factible ante el ahora pétreo equipo dirigido por Capello, el que fuera su técnico en el Milan de los 90.
Ahora los dos están en bandos distintos, como lo estará toda España durante noventa minutos, en los que unos y otros optarán por dos estilos muy diferentes.
Más allá del clásico, el Valencia y el Sevilla, otros dos “gallos” de la clasificación, reciben mañana en casa a Osasuna y Nástic de Tarragona, respectivamente, esperando ganar y que el clásico termine con un empate para restar puntos al Real Madrid y al Barcelona.