La crisis en el plantel de Boca se tomó ayer un recreo cuando el arquero Agustín Orion y el técnico Carlos Bianchi tuvieron una charla de treinta minutos, a solas, mientras el resto de los jugadores se entrenaba a puertas cerradas en el predio de Casa Amarilla. Orion había sido acusado por Pablo Ledesma como el “buchón” que informó a la prensa algunas internas del plantel. Y el viernes, el arquero y el volante se habrían agarrado a las trompadas. Esta versión 2014 del cabaret xeneize derivó en una conferencia de prensa que ofreció el viernes Juan Román Riquelme con la presencia silenciosa de Bianchi. En enganche avisó que los jugadores y el entrenador no darán notas hasta el fin de la temporada si ningún periodista se presenta antes del partido con Racing para denunciar el nombre del que provee informaciones. Con ese clima tenso, Boca cumplió su última sesión de trabajo antes del clásico contra Racing en Avellaneda
