Su tono ya no es el mismo. Desde España, donde entrena con el Villarreal sin ser tenido en cuenta por el técnico Manuel Pellegrini, Juan Román Riquelme no trasunta la misma calma que en días anteriores. Y por eso, salió a anunciar que es hincha de Boca, que su deseo es volver al club de la Ribera e incluso que jugaría un año gratis, con el claro objetivo de que la dirigencia xeneize se decida de una vez a “romper el chanchito” y haga el esfuerzo necesario para reincorporarlo.
Así, efectivamente, se expresó el volante en una entrevista que mantuvo con el periodista Sergio Gendler en Canal 13, en la que también reconoció que habló el último domingo con un dirigente del club “para encontrarle una salida a esto”.
“Llamamos un dirigente del club y le hemos dicho que en vez de dos años como tengo firmado acá, estoy dispuesto a jugar tres y a hacerlo gratis en el último año”, indicó concretamente el volante, quien aclaró que para ello Boca tendría que “respetarle” el monto que cobraría en el Villarreal durante las dos temporadas que restan para que finalice su vínculo con ese club.
El jugador, que se encuentra en conflicto con las autoridades de la entidad española, advirtió sin embargo que "hasta el momento" no tuvo respuesta alguna de la dirigencia boquense.
Riquelme percibe en Villarreal dos millones de dólares por año, y para cerrar una transferencia que lo devolvería a Boca, el club de la Ribera tendría que abonarle a los españoles una suma aproximada a los 10 millones de dólares. Allí radica la principal traba para llevar adelante la operación.
Hasta ahora, Riquelme confiaba en que Boca intentaría lograr su regreso a cualquier costo. Por eso, apostaba junto con los dirigentes “xeneizes” a dejar pasar los días sin dejar en evidencia su interés por retornar a la Argentina, para que, ante la ausencia de otras ofertas por él, el Villarreal se aviniera a negociarlo al club de la Ribera a un precio más bajo que el que se viene manejando. Ahora decidió patear el tablero y puso a Mauricio Macri en la obligación de definir el tema.
Sin embargo, al haber incorporado ya Boca a Leandro Gracián, el jugador y su entorno al parecer comenzaron a preocuparse, pensando en que quizás las autoridades “xeneizes” no busquen tan desesperadamente su vuelta. De ahí este interés de Riquelme por contactarse con la dirigencia boquense y “pasarle la pelota” con su ofrecimiento, justificado según él mismo dijo en la entrevista en cuestión en su condición de “hincha de Boca”.
Para incorporar al enganche, Boca tiene tiempo hasta el 30 de agosto, fecha en que vence la prórroga que le asignó la AFA a esos efectos.