Núñez, La Plata, Rosario, Córdoba, Lanús. Las ciudades arden. La tensión es insostenible. Los hinchas sufren. No hay favoritos; todo puede pasar. La fecha de los clásicos, acaso el mejor invento de la AFA en años, genera interés hasta en los indiferentes. Después del primer plato de ayer, hoy llega el postre, nada menos que con el superclásico.
El foco, por supuesto, estará puesto en el Monumental. River, invicto en los seis partidos que disputó, recibe a un Boca que no termina de encontrar su identidad y necesita cambiar la cara si pretende pelear la Copa de la Liga.
En el Millonario, Martín Demichelis no sabe si podrá contar con el goleador Miguel Borja, quien sufrió un pequeño desgarro ante Atlético Tucumán, y lo va a esperar hasta lo último. En el xeneize, Diego Martínez solo tiene una duda en la mitad de la cancha: Cristian Medina y Kevin Zenón para acompañar a Ezequiel Fernández.
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Rosario está en llamas, como ante cada clásico. Newell’s, sin su capitán Ever Banega, recibe a Rosario Central, el campeón vigente dirigido por Miguel Ángel Russo. Los dos tuvieron un arranque irregular y cuentan con la oportunidad para despegar.
Y la adrenalina sigue: en La Plata, Gimnasia será local ante Estudiantes; en el Sur, Lanús recibe a Banfield, y en Cordoba, Instituto será anfitrión de Godoy Cruz.
