DEPORTES
ortigoza y mercier

Roban pero hacen

Socios del silencio del San Lorenzo finalista, ya fueron campeones con Argentinos en 2010 y con el ciclón en diciembre. Son los que quitan y juegan.

Adentro. Orti y Pichi se abrazan en La Paz, después de que San Lorenzo consiguiera el pase.
| AFP

El fútbol tiene en las pequeñas sociedades uno de sus grandes secretos. Y el San Lorenzo que está a dos partidos de conseguir el título más importante de su historia tiene su propio gran secreto: la dupla que arman en el mediocampo Juan Mercier y Néstor Ortigoza. Ellos dos son la llave que abre  y cierra puertas en el Ciclón, que jugará la final de la Copa Libertadores, y los que hacen que el funcionamiento del equipo de Edgardo Bauza esté en su mejor momento.

Pocos ‘doble cinco’ quedan en la memoria colectiva. Es que los futboleros guardan esos retazos de recuerdos para los Guillermo-Palermo, Flores-Asad, Ortega-Francescoli y no para los Astrada-Zapata, Braña-Verón u Ortigoza-Mercier. El binomio de Pichi y Orti es uno de esos que se complementa cada vez mejor a medida que pasan los partidos. Uno corta y el otro juega.

Campeones. “Somos como un matrimonio”, solían decir cuando el Argentinos Juniors que los vio campeón en el Clausura 2010 los tenía como ejes de su juego. Mercier era el tapón y Ortigoza el que jugaba más suelto para abastecer a los delanteros del equipo que dirigía Borghi. En La Paternal jugaron juntos 88 partidos y ganaron el 42% de ellos. En su primer encuentro juntos ninguno de ellos fue titular. Aquel 15 de septiembre de 2007, Argentinos empató 1-1 con Gimnasia de Jujuy y tanto Ortigoza como Mercier ingresaron en el segundo tiempo: apenas compartieron 9 minutos en cancha.

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Después de ganar el título a mediados de 2010 sus caminos se separaran. Mercier se fue a Arabia Saudita, para jugar en el Al-Nassr, y Ortigoza pasó a San Lorenzo. Luego, cuando Pichi fue transferido a Boedo, el volante nacionalizado paraguayo vivía su propia aventura en los Emiratos Arabes Unidos, por lo que sus caminos estaban cruzados.

Juntos otra vez. En el Ciclón compartieron cancha desde la primera fecha del Torneo Inicial 2013 en el 1-0 ante Olimpo, en el equipo de Juan Antonio Pizzi. En ese campeonato estuvieron juntos en 13 de los 19 partidos que consagraron campeón a los de Boedo luego de siete años de sequía.

Este año comenzó con Ortigoza con muchos conflictos con la dirigencia y fuera de los titulares del Patón Bauza. Pero hubo un partido clave, la derrota 1-0 ante Independiente Del Valle, en Quito, que dejó a San Lorenzo al borde de la eliminación de la Copa. Después, con ellos al mando el equipo adoptó un perfil más copero, teniendo en la vuelta de los cuartos de final, en Belo Horizonte ante Cruzeiro, su punto más alto. Para el entrenador, Mercier es la piedra fundamental del equipo. Y los dirigentes quieren que culmine su carrera vestido de azulgrana. Y Ortigoza es su complemento a la hora de conectarlo con la parte ofensiva del equipo.

Hoy, San Lorenzo respeta la fórmula de éxito que representan ellos dos. Que dieron sus primeros pasos juntos en La Paternal y están a días de subirse al punto más alto de un futbolista por estos lares: ser campeones de América.