DEPORTES
El partido "de otra galaxia" en san luis

Ronaldinho puso la magia, pero sólo Lázzaro pudo gritar

Messi dio el puntapié inicial, pero nojugó por su desgarro. En un partido llenode estrellas, el único gol lo marcó el delantero de Tigre. Estuvieron Bianchi, Palermo, Verón yel mellizo Barros Schelotto, entre otros.

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| AFP

Magia, talento, fineza, capacidad técnica y más magia. Deleite para los ojos puntanos fueron las intervenciones del astro brasileño de Barcelona Ronaldinho, quien ayer a la noche derramó fútbol en el colmado estadio "Juan Gilberto Funes", en el marco del "Partido de otra Galaxia". Sin embargo, el único que logró desnivelar el marcador a  favor del equipo de Lionel Messi fue el humilde delantero de Tigre, Leandro Lázzaro.

Por un lado, estuvieron los amigos de Messi, entre ellos Roberto Abbondanzieri, Ever Banega, Juan Sebastián Verón, Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo. Por el otro, los amigos de la estrella de la verdeamarelha, entre los que estaban Vagner Love, Daniel Carvalho, Tinga y Dedé.

Taco por acá, gambeta por allá, pase exquisito en profundidad por este otro lado. Ronaldinho era el dueño absoluto de la fiesta, sobre todo por la ausencia de Messi, quien dio el puntapie inicial, por la lesión que le impidió estar en el clásico de España ante Real Madrid el pasado fin de semana.

El protagonista sorpresivo (quizás no tanto) teniendo en cuenta las apariciones estelares de varios habilidosos, fue Martín Palermo, quien con su habitual entrega hizo estallar varias veces las gargantas de las 15 mil almas puntanas presentes en el estadio y una vez el travesaño del arco rival.

Pero el partido de los amigos fue mutando hacia un encuentro serio, en el que no aparecían los goles y en el que todos querían abrir la cuenta, en parte por satisfacción propia y en parte porque el murmullo del público se empezaba a sentir.

El arquero Andrei se lo tomó demasiado a pecho y ante un empujón voluntario pero amistoso de Palermo reaccionó cuando el atacante de Boca ofreció sus disculpas. El "Paleeermo, Paleeermo" comenzó a tronar en las tribunas. Y claro, el arquero brasileño se olvidó que a pesar de que el encuentro era amistoso, San Luis es tierra argentina.

Más allá de que no hubo demasiado brillo, más allá de que los jueces de línea impidieron dos gritos de gol de Lázzaro, quien en el complemento se desquitó con una corrida fenomenal y un golazo al ángulo, y más allá de que Messi no pudo participar, el partido pasará a la historia del deporte de San Luis por la presencia de grandes estrellas del fútbol mundial.

Por su parte, Carlos Bianchi, que dirigió al equipo de Messi, no quiso contestar si sería el manager de Boca Juniors, algo que simultáneamente se estaba comentando públicamente en la presentación de Carlos Ischia en la Bombonera, asegurando que "antes de poder dirigir en Argentina", prefería hacerlo en su "propia casa".

Fuente: DyN

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