DEPORTES
MARIO LEDESMA, DT DE JAGUARES

Un tackle a la derrota digna

Cuando se hizo cargo de la franquicia argentina dio vuelta una historia negativa. “Mejoré la disciplina de juego”, confiesa.

0608_ledesma_jaguares_cedoc_g.jpg
Legado. “Los chicos ahora llegan a Los Pumas bien de la cabeza y físicamente.” | cedoc

Jaguares, la franquicia argentina en el Súper Rugby, atraviesa el mejor momento de su corta historia, acumula un invicto de seis triunfos consecutivos (cuatro fueron en Oceanía, tierras hostiles para el rugby nacional) y se encuentra en zona de clasificación a los playoff. El entrenador, Mario Ledesma, pupilo de Michael Cheika, técnico de Australia, desembarcó con toda su estructura e idiosincrasia para cambiar la mentalidad de este equipo y renovar los votos de confianza de Jaguares y de Los Pumas.

—Cuando llegaste a Jaguares dijiste que te sentías mejor como entrenador y como persona. ¿Qué quiere decir eso?

—Estar con más confianza. Todo el laburo que venía haciendo me generó la confianza para decir “estoy en un buen momento para agarrar un desafío así”. Cuando uno es jugador hacés agua en la empatía, en la humildad, en cosas que como entrenador son muy importantes. El hecho de ser entrenador me hizo pensar más en los otros.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

—En su momento declaraste que tu experiencia como asistente en el rugby francés te sirvió para darte cuenta de qué no querías hacer como entrenador, ¿lo seguís sosteniendo?

—Por ahí es exagerado, pero si lo mido con la balanza de las cosas buenas que adquirí, fueron mucho más las que obtuve de mi tiempo en Australia que en Francia. El rugby en Francia te exige con un nivel de presión mucho mayor al que se vive en el Súper Rugby, donde si no hay resultado hay crisis. Terminás con el cuero más grueso, pero son situaciones difíciles. La relación entrenador-jugador es más tensa, muchas veces no se trata de que el jugador mejore o que se genere el equilibrio mental que nosotros estamos tratando de imponer en Jaguares. A mí me sirvió laburar en los dos países para encontrar mi forma de entrenar.

—¿Cuál es esa forma tuya de entrenar?

—Equilibrando lo que vi en Australia y en Francia. Cuando llegué me parecía que faltaba hacer más hincapié en los sistemas y en los procesos, algo que es más anglosajón que latino.

—¿Cuál fue el diagnóstico que hiciste cuando arribaste a Jaguares?

—El diagnóstico tenía que ver con mejorar la parte física, la disciplina y el plan de juego: los roles de cada uno, la defensa, las formaciones fijas. Y también fue muy importante mantener un montón de cosas que se estaban haciendo bien.

—¿Cómo qué?

—Por ejemplo, toda la parte de ataque, la confianza que los chicos se tenían para atacar. Obviamente que esa confianza hubo que llevarla a un sistema de juego diferente que era un desafío muy grande. Lo que yo sí sabía era que con el material con el que contábamos podíamos jugar bien al rugby, volver a disfrutar y que la gente también disfrute y se contagie.

—Durante el comienzo de la temporada recalcaste en varios partidos que no seguían el libreto de juego. ¿Esa es la explicación de por qué no ganaban?

—Mucho tenía que ver con eso. Otra parte tenía que ver con el tema del bocho y la confianza. Para mí la estructura te libera, porque si vos la conocés a la perfección hacés todo al 110 por ciento. Se presentan oportunidades y ahí aparecen el talento y las destrezas de los chicos.

—¿Esta estructura nace desde la simplicidad?

—Que sea simple de hacer no quiere decir que sea fácil. Vos ves el rugby de la URBA y no hay un pibe que logre carreras rectas, que preserve los espacios y pase bien sobre sus dos pies, pero si lo hacés bien, un cuatro contra tres termina en try.

—¿Te veías venir esa gira por Oceanía?

—Sabía que nos podía llegar a ir bien. Es fácil decirlo porque ya pasó, pero después de cada partido veía cosas que estaban piolas. Jugamos de igual a igual con todos, generamos situaciones de try más allá de concretarlas o no, la defensa mejoró y llegamos bien a los 80 minutos. Hubo indicadores que me hacían pensar que nos podía ir bien.  

—¿La clave para tener una gira tan exitosa pasó por la distancia con Buenos Aires y salir de la presión de “otra derrota de Jaguares” instalada en los medios y el público?

—Yo no lo veía así. Obviamente la distancia permite alejarte de eso y, sobre todo, de un montón de distracciones que tienen los chicos. Los jugadores en Buenos Aires están con sus novias, sus mujeres, los hijos. Allá, en los ratos libres metíamos laburo desde el conocimiento del juego y del rival. La distancia y que estuviéramos todos juntos ayudó, pero no hubo una palabra mágica o un momento en especial. Fue y sigue siendo un proceso.

—¿Fue lógico que a medida que pasaba el tiempo Jaguares jugaba mejor y conseguía resultados?

—No sé si lógico. Yo tenía fe en que iban a venir.

—¿Cuál es la fortaleza de este equipo?

—No darse nunca por vencido. Los chicos seguían intentando, son bastante testarudos con ese tema. La pelean hasta el final, tiene que ver con la cabeza y con la confianza que se construyeron ellos. El equipo les pertenece a ellos.

—¿Y la debilidad?

—Hay cosas que siguen siendo frágiles, pero las llamaría puntos a mejorar. La defensa del maul y el maul defensivo están mejorando, pero tendríamos que ser más fuertes por nuestro ADN. También tenemos que ser mejores en el scrum, y cuando perdemos a un jugador por indisciplina muchas veces nos marcan rápido.

—¿Creés que este buen momento de Jaguares influirá en la ventana de junio de Los Pumas?

—Seguro. Los chicos están bien, llegan bien de la cabeza y físicamente. Seguramente influirá de manera positiva.

 

Los Pumas en San Juan

El seleccionado argentino de rugby se mide hoy ante su par de Gales, en un encuentro que abrirá la temporada internacional en la denominada ventana de junio, en la que Los Pumas tienen previsto un segundo choque con los galeses y un enfrentamiento ante Escocia.

El partido se disputará en el estadio Bicentenario de San Juan, desde las 16.40, y será controlado por el árbitro irlandés Andrew Brace.

El seleccionado disputará la revancha frente a los Dragones Rojos el sábado 16 en el estadio Brigadier Estanislao López de Santa Fe. En el último choque de la ventana de junio, Los Pumas se enfrentarán el sábado 23 con Escocia, en Resistencia.