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#LUNESDEBROTE

5 pasos para cultivar brotes de lenteja en casa

A los 7 días de comenzar el proceso, podemos comer los brotes frescos en ensaladas o en un salteado. Son deliciosos y están llenos de nutrientes.

Lentejas
Las dejamos en remojo durante 24 hs y retiramos el agua que haya quedado. | CEDOC

Una vez que le abrí la puerta al mundo de los brotes me pregunté qué más podría brotar a mí alrededor.

Esa pregunta, acompañada de estimulo por parte de otras colegas ambientalistas y amantes de la alimentación consciente, me llevó a probar suerte con los brotes de lentejas.

Lo hermoso de este tipo de brote es que sirve tanto para alimentarnos como para sembrar y dar comienzo a una nueva vida de la que podremos obtener lentejas cosechadas en nuestras casas. 

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Hace algunos meses hice la primera prueba y fue todo un éxito. Por eso, hoy les quiero contar el paso a paso para brotar lentejas.

1. En primer lugar, hay que agarrar un frasco y poner dentro un puñado de lentejas (solo un puñado), y cubrirlas de agua.

2. Las dejamos en remojo durante 24 hs y retiramos el agua que haya quedado. Ese agua contiene todos los antinutrientes que la legumbre liberó, motivo por el cual no se recomienda beberla.

3. A continuación, humedecemos las lentejas (es importante que haya humedad para que broten) y las dejamos reposar 24 horas.

Hay un par de cosas muy importantes en este procedimiento: que haya humedad, que no haya exceso de agua, que entre luz en el frasco y que haya suficiente espacio para que los brotes puedan ir creciendo y corra cierto aire dentro del frasco. Por eso les dije que tomen solo un puñado para empezar, ya que las lentejas crecen mucho en tamaño y en seguida el frasco les va a quedar chico.

Para que todas esas condiciones se den hay dos cosas a tener en cuenta: la primera es que el frasco no tiene que estar cerrado herméticamente, sino que debemos cubrir su apertura con una servilleta de tela que permita la circulación de aire.

La segunda, es la posición del frasco: si lo apoyamos como normalmente lo hacemos las lentejas quedan aplastadas y no van a poder brotar. Por eso, lo que hay que hacer es inclinarlo a 45 grados boca abajo, dejando más superficie disponible para que vayan ocupando los brotecitos. El frasco se pone boca abajo porque de esta manera el excedente de agua puede decantar y nos evitamos que las lentejas se pasen de humedad y se pudran.

4. Una vez que tenemos nuestras lentejas en posición, hay que repetir el procedimiento de lavado y humectación cada 24 horas durante 7 días. Al segundo o tercer día ya van a ir viendo como empiezan a brotar. Al séptimo día, ya van a tener una selva verde adentro de su frasco.

Recuerden que es importante que los brotes tengan espacio para crecer, así que si ven que el recipiente queda chico durante el proceso, pásenlos a uno más grande.

También es fundamental que el frasco sea transparente y que esté en  un lugar con buena luz, los brotes son plantas, son vidas que buscan el sol, así que permítanles ir por él.

5. A los 7 días de comenzar el proceso, podemos comer los brotes frescos en ensaladas o en un salteado. Son deliciosos y están llenos de nutrientes.

La primera vez que puse a germinar lentejas, separé seis de los brotes y los llevé a tierra. Hoy son bellas plantas que están creciendo fuertes.

Es increíble ver todas las posibilidades antes desconocidas que están esperando ser descubiertas adentro de una simple lenteja.