Los hipopótamos fueron declarados como “especie invasora” en Colombia, debido a su reproducción ascendente en el noroeste del país durante 40 años. La decisión fue comunicada por el Ministerio de Ambiente y afecta a esta especie conocida al haber ingresado a este territorio por el narcotraficante Pablo Escobar.
Esta resolución llegó como resultado de una investigación previa del Instituto Alexander Von Humboldt y la Universidad Nacional de Colombia, en colaboración con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, sosteniendo la conclusión de que los hipopótamos representan una amenaza para especies nativas como el manatí, así como para los ecosistemas estratégicos del país.
En base a estudios científicos, el estudio indicó la existencia de más de 130 ejemplares en Colombia y que su tasa de crecimiento es superior a la de África, lugar de origen. Estos ejemplares pueden observarse en vastas zonas del río Magdalena y en municipios como Doradal, Río Cocorná e Isla del Silencio.
A raíz de esta investigación, el presidente Rafael Correa dijo que se avanzarán con acciones concretas y oportunas para gestionar la presencia de esta especie, según lo acordado en la reunión de expertos y académicos desarrollada esta semana.
Narcoanimales, la insólita herencia de Pablo Escobar en Colombia
El proyecto del capo del narcotráfico colombiano Pablo Escobar de poblar su Hacienda Nápoles con animales exóticos, ha impactado en la agenda política y medioambiental del país desde hace cuatro décadas.
Escobar lo tuvo bajo su poder en la Hacienda Nápoles, propiedad donde se encontraba un zoológico con especies de todo el mundo. Entre ellas, había cuatro hipopótamos que fueron importados de Estados Unidos en 1981.
Los "hipopótamos de la cocaína" de Pablo Escobar, una especie que crece descontroladamente
A raíz de esto, se fueron multiplicando hasta constituirse en manadas de hipopótamos distribuidas en zonas del noroeste colombiano.
En octubre del año pasado, se había iniciado una prueba piloto de "inmunocastración" mediante la ampliación de un medicamento que hasta ahora funcionó en canguros y ganado de tipo salvaje. El objetivo, según expertos de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), era frenar la población de estos animales propios de África.
NM/ED