El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, luego de sobrevolar ayer el Delta del Paraná, zona afectada por incendios forestales que afectan Buenos Aires, Entre Ríos y amenazan Santa Fe, firmó la denuncia penal contra quienes provocaron intencionalmente los incendios en la zona de las islas del Delta del Paraná que será presentada ante el fiscal federal de la ciudad de Victoria, Entre Ríos.
La denuncia incluye, además, el reclamo por los perjuicios económicos que esto está provocando. “No vamos a permitir más estas conductas inescrupulosas que tanto daño causan a nuestro ambiente y a la salud de los habitantes de las zonas aledañas. Le hemos pedido a las provincias que identifiquen a cada uno de los propietarios de los campos donde están los focos de incendio ”.
El quiz del asunto. Para comprender más en profundidad qué está sucediendo en el Delta, PERFIL dialogó con la antropóloga, Laura Prol, quien está a cargo del área de humedales de Taller Ecologista, una organización socioambiental sin fines de lucro que tiene sede en Rosario, Santa Fe, provincia afectada.
Entre humo y ruidos de helicópteros, Laura Prol, explicó que hace años que estudia el tema, que los incendios le recuerdan a 2008 y que si no se plantean cambios de fondo, como desarrollar otra clase de ganadería, avanzadas en la agroecología, todo puede empeorar.
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¿Por qué se realizan estas quemas?
“Estas quemas son generadas, hace años, por productores ganaderos para renovar las pasturas. Toda la vegetación seca se quema y esto permite el rebrote de pasto nuevo con el que van a alimentar las vacas. Lo que agrava la situación, es que están quemando en un momento que no es usual porque siempre esperan a fines del invierno. Y además porque hay una bajante extraordinaria, muy larga y profunda, en el Delta. Hacia 50 años que no pasaba esto. Con esta bajante, en las Islas no hay agua, tampoco llueve, lo que genera que el fuego se propague más rápidamente. En lo que va del año -según el relevamiento que cada semana hace el museo de Ciencias Naturales de San Nicolás- ya hubo 2750 focos ”.
¿Siempre hubo tanta actividad ganadera en las islas?
“En las Islas del Delta, siempre se engordó ganado. Pero en los 90, con al extensión del monocultivo de soja, se produjo una reconfiguración territorial de la ganadería: parte de la producción ganadera dejó la tierra y se desplazó a las islas. Y áreas de la región pampeana se reconvirtieron a la agricultura. Eso hizo que la frontera ganadera se corra. Y en las islas, ya había ganado, pero se intensificó.
Para 2002/2009, la cantidad de cabezas de ganado en el Municipio de Victoria, que tiene 4000.000 hectáreas de islas, se quintuplicó. Empezó a haber nuevos productores y se implementaron prácticas de manejo de pastizales sin conservar las conducciones de grandes incendios. Desde 2004 a 2008, se produjeron incendios recurrentes. En 2008, se quemó un 17% de toda la región. Fue cuando el humo llegó a Ciudad de Buenos Aires. A partir de ese evento, se firmó un acuerdo y se creó el PIECAS“.
PIECAS. Cabandié se comprometió a reactivar el Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible del Delta del Paraná (PIECAS-DP) que establece lineamientos de las autoridades ambientales de las tres provincias con jurisdicción en la región.
“Este proyecto toma forma en el 2008, pero se trabajó bien entre 2010 y 2014. Lo que lograron las provincias son lineamientos respecto a obras de infraestructura, enfoque ecosistémico. Cualquier actividad que se realice, tiene que mantener la integridad ecológica. Reconocer que no hay que afectar suelos, respectar la biodiversidad. Pero con la asunción del gobierno de Macri, este plan no avanzó. Todos los pequeños logros que se habían logrado, no avanzaron y desde las organizaciones pedimos, que se retome esta actividad previa, sobre todo Entre Ríos, que tenga la voluntad de continuar con esto. Hasta ahora el gobernador no dio señales. Son los que tienen la capacidad de estar en el territorio. Es la provincia que más superficie tiene en el Delta, agregó Prol.
¿Cuál debería ser la salida a este problema crónico?
Desde las organizaciones, sostenemos que hay que dar una respuesta a nivel de territorio. Se puede controlar, pero lo mejor es trabajar con los productores en desarrollar otra clase de ganadería, avanzadas en la agroecología. La ganadería que se hacía en el siglo pasado no puede hacerse por la escala y al modelo del agronegocio. Hay que tener a una ganadería sustentable, que maneje de otra manera los patizales y que no recurra al fuego. Desde universidades, INTA, organizaciones ecologistas, la respuesta tiene que estar a nivel de la producción y transformar las prácticas. Para una solución de mediano y largo plazo, es importante avanzar en reducir la cantidad de rodeo y mejorar la calidad de vida de productores.
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Con el COVID, se viene discutiendo acerca de la capacidad de abastecimiento de las áreas cercanas. Por lo cual, ¿no debería revisarse el plan ganadero agroexportador? Porque a partir de lo que decís, esta clase de carne de mayor calidad se consume en Europa, pero los efectos ambientales quedan en nuestros suelos.
Esto nos lleva a discutir el modelo ganadero. Una parte importante de esta carne va a exportación porque es ganadería extensiva, comen pasto natural. Es de calidad y la más demandada por mercados europeos. A raíz de esto, es un buen momento para repensar el modelo agroalimentario argentino, cómo y para qué se produce. Por otro lado, en el país tenemos una producción super estandarizada, y de maltrato animal. Deberíamos buscar la forma de producir menos y producir local. Menor cantidad de vacas por hectáreas, y sin que se genere la degradación de uno de los humedales más grandes del país.
¿Qué beneficios tienen los humedales?
Los humedales sobre todo el litoral fluvial, como las las islas del delta, tienen múltiples funciones ecológicas. Hablamos de que cumplen funcionen la provisión de agua dulce, amortiguación de inundaciones, proveen agua en épocas de sequia, y porque tienen un valor intrínseco como parte de la red de vida del planeta. Son fuente de alimento para poblaciones rivereñas, fuente de sustento, de cultura rivereña. Lo que nos lleva a la lucha por la ley de humedales.