El gobierno nacional consiguió un principio de acuerdo en Villa Mascardi, en la provincia de Río Negro, para aplacar la tensión que venía escalando en las últimas semanas con algunos episodios de violencia en torno al conflicto por la tierra con las comunidades mapuches del lugar. La condición fue establecer una mesa de diálogo con todos los actores involucrados que deberá reunirse en la provincia patagónica y de forma presencial dentro de los próximos 30 días.
La gestión forma parte de la nueva Mesa Tripartita que integran los Ministerios de Seguridad, Medio Ambiente y Justicia. De hecho, las tres cabezas de cada cartera —Sabina Frederic, Juan Cabandié y Marcela Losardo, respectivamente— participaron de la reunión. Los dos últimos, por incluir en sus organigramas tanto a Parques Nacionales como al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Y el primero por ser el que encabezó la política en la zona durante la gestión de Mauricio Macri,a través del despliegue de las fuerzas federales. Desde la llegada de Fréderic interpretan que fue un enfoque equivocado que solo derivó en más violencia con los mapuches.
De ahí que remarquen la necesidad de un paulatino desplazamiento de Seguridad de las negociaciones futuras para darle más impronta a las áreas sociales, si bien es cierto que, por la dinámica actual, es el ministerio que coordina las acciones. Y destacan que la futura mesa de diálogo en Villa Mascardi debe sentar no solo a representantes de las administraciones nacional —las tres carteras— y provincial —el Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (Codeci)— sino también a la Universidad de Río Negro, al Parlamento Mapuche y, en especial, a la Lof Lafken Winkul Mapu.
Desde Seguridad,remarcan la necesidad de un paulatino desplazamiento hacia las áreas sociales a futuro, si bien es cierto que, por la dinámica actual, coordinan las acciones.
El objetivo es reconstruir la confianza, afirman, lo que no se puede conseguir por una videollamada sino solo con horas de conversación. Por eso el encuentro que preparan para algún momento del próximo mes deberá ser presencial y las autoridades nacionales se trasladarán hasta Río Negro. En particular, porque se trata de un sector de los mapuches mayormente reacio al diálogo, y con el que se dinamitaron el grueso de los puentes con la muerte del joven Rafael Nahuel en medio de un operativo de Prefectura en noviembre de 2017. Ahora, su esperanza está depositada en un deshielo a partir de la intervención de ciertos referentes mapuches locales.
La expectativa está puesta en Newen Lonkoman, representante de la Zona Andina en el Codeci rionegrino y uno de los interlocutores del Gobierno nacional con la comunidad mapuche local. Gracias a su intermediación y las gestiones a nivel federal, la Justicia pudo ingresar, esta semana y por primera vez, en los terrenos en disputa, junto a la Policía Federal y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). La meta era peritar los últimos incendios. También participó otro dirigente mapuche, Luis Pilquiman, actual vicepresidente del INAI.
De la reunión que permitió establecer una mesa a futuro con foco en la situación en Villa Mascardi, también participaron el ministro rionegrino de Gobierno y Comunidad, Rodrigo Buteler, y el de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Estevan, además del secretario de Articulación Federal, Gabriel Fuks, y la subsecretaria de Programación Federal y Articulación Legislativa, Silvia La Ruffa, ambos funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación. También estuvo la presidenta del Codeci, María Valentina Curufil.
MB / DS
