ECONOMIA
Miradas en pugna

Qué dicen los informes de distintos consultores sobre la "letra chica" del acuerdo con el FMI

Entre los economistas hay miradas divergentes sobre el acuerdo propuesto por el Gobierno con el FMI. Desde los que creen que no se cumplirán las metas a los que ven un ajuste suave.

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, y Martín Guzmán
La directora del FMI, Kristalina Georgieva, y Martín Guzmán | Telam

"Las metas con el FMI no se podrán cumplir"; "El acuerdo ajusta los bolsillos de los argentinos lo menos posible"; "El plan es minimalista "; o bien el programa asociado al acuerdo "es realmente malo y no va a resolver los problemas de falta de crecimiento y de exceso de inflación". Por estas horas en que el acuerdo del Gobierno argentino con el FMI comienza a discutirse en Diputados, son diversas las miradas de los privados en torno a si este es el mejor escenario al que puede aspirar el país.

De todos modos, y más allá de las divergencias, un tema en común parece dominar estos puntos de vista. Nadie quiere un default, porque dejar al país en cesación de pagos ya no parece una opción.

Al menos hasta la oposición al gobierno avalaría el acuerdo con tal de que el país no quede marginado de los mercados. Así lo dejó en claro el ex ministro de Hacienda Hernán Lacunza  esta mañana, cuando en una entrevista radial aseguró que Juntos por el Cambio va a apoyar en general el acuerdo con el FMI en el Congreso. Sin embargo también advirtió que el programa asociado al entendimiento "es realmente malo".

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Por qué el acuerdo con el FMI no basta

"La decisión de Juntos por el Cambio es lo mejor para la Argentina en este momento: dar consentimiento para renovar y ampliar el crédito que tenemos con el FMI para evitar un default", resaltó el economista. Pero aclaró que el programa asociado al acuerdo "es realmente malo y no va a resolver los problemas de falta de crecimiento y de exceso de inflación", a la vez que dijo: "En todo caso, los va a mantener o a agravar". 

Lacunza fue muy crítico y afirmó que "el programa no remueve ninguna de las causas del estancamiento de diez años. A eso se suma un perfil de vencimientos bastante exigente a partir de 2024". Por esta situación, para el ex ministro "no se puede aprobar un programa a ciegas", sentenció hoy en declaraciones al programa "Esta mañana", que se emite por radio Rivadavia. Entre otras cosas, Lacunza explicó que si bien el acuerdo "va a evitar la caída al abismo", la situación del país "es bien delicada".

"Ajustar lo menos posible el bolsillo de los argentinos"

Justamente sobre los vencimientos, aunque con otra mirada, se manifestó Germán Fuentes, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano, al analizar el acuerdo.

"Lo más relevante del nuevo cronograma de pagos al FMI es que los desembolsos están extendidos en el tiempo. Es decir que la Argentina, en lugar de tener que pagarle en tres años los 44.700 millones de dólares que irresponsablemente tomó el expresidente Mauricio Macri y que hipotecaban el crecimiento de nuestro país, lo hará en 12 años y medio, comenzando a pagar de forma semestral a partir de 2026", indica el economista.

"Por otro lado, la auditoría a nuestras cuentas públicas se realizará de forma trimestral y, en caso de sobrecumplir con las metas fiscales, monetarias, financieras y cambiarias, el dinero sobrante no podría utilizarse para gasto público", advierte.

"En síntesis, la idea de esta refinanciación del Stand By otorgado en junio en 2018 es alcanzar las obligaciones pautadas con el FMI ajustando los bolsillos de los argentinos lo menos posible, al mismo tiempo que lograr un consenso político y social, de forma tal de llegar al 2034 habiendo servido la deuda", completó

Minimalista y con "cierta consistencia interna"

Por su parte, la consultora LCG también realizó un análisis sobre el acuerdo alcanzado y entre otras cosas admitió que luce “minimalista”, a dos años de plazo como máximo, y tendría "cierta coherencia interna sólo desde la perspectiva de intentar corregir la disociación que existe hoy entre el lado real y financiero (estabilidad) de la economía, en el marco de una fragilidad estructural que afecta al país hace mucho tiempo y no puede corregirse en el corto plazo" explicaron en un estudio.  

"Es un programa que no cuenta con anclas ni reformas, y no garantiza ni estabilidad ni crecimiento. Incluso en caso de éxito en dos años debería ser revisado para abordar problemas estructurales", aseguraron.  

Desde la consultora LCG indicaron que, aún cuando el acuerdo sea visto como light, cuenta con riesgos asociados que podrían motivar su suspensión. "El primero, y quizás más relevante, es la restricción política. Más allá de la discusión interna por dónde se decida comenzar a avanzar en la convergencia fiscal, el programa sólo intenta administrar el costo político que, entendemos, indefectiblemente deberá afrontar quien administre hoy", explicaron. 

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Además agregan que "es esperable que los próximos años sean años de miserias en términos de crecimiento. Ajuste fiscal, corrección de precios relativos, restricción de importaciones e inflación elevada serán todos factores que atenten contra él. En este contexto, la contención de un desmadre social podría no ser algo fácil, aun para un gobierno de tinte peronista como el actual".  

Por otro lado, aseguran que "el 2022 dejará una inflación más alta (¿60% anual?) e impone un desafío más grande para su reducción en los años próximos, sobre todo pensando que la corrección de precios relativos no habrá culminado en 2022 (quedarán pendientes nuevos ajustes de tarifas y los salarios acumularán 5 años al hilo en baja)". 

Por qué no son cumplibles las metas para IDESA

Otro de los análisis fuertes del acuerdo es el que presentó en estas horas el instituto IDESA en el que expresa que "en el acuerdo con el FMI se fijan metas de déficit y emisión monetaria expresadas en pesos nominales. A la vez, se presentan políticas que hacen improbable el cumplimiento. Los técnicos del FMI se limitarán a explicitar el incumplimiento. El Directorio del FMI tendrá que dar los “perdones” para que el acuerdo no se caiga", explicaron.

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En el análisis de IDESA "el gobierno manifiesta que aspira a bajar el déficit fiscal con un gasto público que seguirá creciendo en términos reales, es decir, por encima de la inflación. Esto implica que el énfasis estará en aumentar los ingresos públicos. En este sentido, se proyecta aumentar la recaudación del impuesto a los Bienes Personales y una reducción en la evasión", aseguraron. 

Desde el punto de vista del gasto, para el instituto cordobés, el aspecto más importante son los subsidios energéticos. El acuerdo dice que se eliminarán los subsidios a la luz y el gas al 10% de los usuarios de mayor capacidad de pago. A los beneficiados con tarifa social se les ajustará en un 40% de lo que aumenten los salarios y a los que no tienen tarifa social y tampoco son del 10% de mayor ingreso se les ajustará en un 80% del aumento de salarios. "Como los salarios crecen aproximadamente al ritmo de la inflación, los ajustes de tarifa serán inferiores a la inflación. Esto implica que los subsidios energéticos subirán por encima de la inflación", explicaron. 

El análisis agrega que, por aplicación de estas políticas se espera cumplir con los compromisos fiscales y monetarios. "Según el memorando, el gobierno nacional deberá:

  • Tener un déficit fiscal primario de $1.759 miles de millones (equivalente a unos 2,5% del PBI) en el 2022.
  • El Tesoro no podrá recibir del Banco Central más de $705 mil millones (que equivalen a aproximadamente el 1% del PBI) en el 2022.
  • Esto implica aumentar la deuda en un 3,5% del PBI que resulta de 1,5% para cubrir el déficit del ejercicio y 2% PBI para pagar intereses del stock actual de deuda".   

Para IDESA los datos muestran que el acuerdo contempla metas desafiantes. "No solo porque implica bajar el déficit (del 3% al 2,5% el PBI) y la emisión monetaria (del 4,6% al 1% del PBI) con un importante aumento en la colocación de deuda. Sino porque las metas no se establecieron en términos del PBI, como generalmente se estila hacer, sino en pesos nominales. Esto simplifica el monitoreo, pero le impone al gobierno una dura restricción", indicaron.

Y finalizan explicando que, según el análisis previo, "salvo que haya un aumento en la presión tributaria (incrementar los derechos de exportación y/o se reimplante el impuesto a la riqueza) el acuerdo no podrá ser cumplido".

Finalmente, resta aclarar que los desarrollos de las consultoras sobre sus puntos de vista respecto del acuerdo del gobierno argentino con el FMI son mucho más exhaustivos que lo abordado. Esta nota pretende mostrar el punto de vista central de cada mirada.