Aunque el gobierno nacional logró en las dos últimas semanas que se reduzca la brecha cambiaria, los economistas afirman que la batalla contra el dólar “no está ganada”, y se muestran escépticos de que se logre una estabilidad que se extienda entre 60 y 90 días como ansía el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Los analistas advierten sobre el riesgo de emisión monetaria de diciembre, un mes típicamente alto en gastos para el Tesoro por pago de aguinaldos y otras cuestiones, a lo que este año se suman los costos por el coronavirus, por lo que estiman que habrá que cubrir un déficir fiscal de entre $400.000 y $500.000 millones.
Pese a que la cartera económica anunció la semana pasada que no solicitarán asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de Adelantos Transitorios, algunos analistas dudan de que se vaya a cortar la asistencia financiera de la entidad monetaria al Tesoro.
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En ese sentido, argumentaron que el comunicado del Palacio de Hacienda nada dice sobre no recurrir a las utilidades del Banco Central calculadas en unos $ 400.000 millones.
Para el economista Fernando Marull, de FMyA, si bien “el cambio de estrategia de las últimas semanas fue efectiva y el dólar Contado Con Liquidación bajo 20%”, “la batalla no está ganada”
“Para cantar victoria en el corto plazo falta superar la fuerte emisión de pesos que habrá en diciembre, que pegará de lleno en enero y febrero, y, fundamentalmente, que el BCRA logre revertir estructuralmente la caída de reservas”, planteó
Marull proyectó que en diciembre habrá que emitir unos $400.000 millones, y explicó que “la oferta de pesos en diciembre es demandada porque la gente y empresas necesitan para los gastos de Navidad, pago de aguinaldos, pero en enero y febrero cae la demanda de dinero, y el efecto del exceso de pesos se sentirá y podría haber nuevamente presión sobre el dólar”.
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La consultora LCG alegó en un informe que “hubo una sobre actuación de Guzmán, que ahora se compromete a reducir el financiamiento vía Adelantos Transitorios, una medida que no trae mucha novedad, porque el BCRA no tenía más margen para financiarse con esta vía, así que es una señal relativa”
"Argentina si logra renovar todos los vencimientos de aquí a fin de año tendrá que financiar algo más de $ 500.000 millones de déficit financiero. Dado que tiene vencimientos elevados por $ 770.000 millones en el mismo período, no se puede descartar que se siga financiando con emisión. Cuando se realizan anuncios, si no se cumplen, la credibilidad se deteriora. Si bien no será vía AT, será con utilidades del BCRA, pero no será bien recibido por el mercado", auguró.
En ese marco, Guido Lorenzo, economista jefe de LCG, dijo a Perfil que “se me hace difícil pensar en una estabilidad cambiaria de 60 a 90 días, dudo que los pueda llegar a tener, en un contexto de seguir expandiendo la oferta de pesos, en enero y febrero cae la demanda de dinero y quedan los pesos emitidos dando vuelta y habrá que ver el esfuerzo que hace el Banco Central o el Tesoro para sacarlos de circulación, porque sino se pueden presionar sobre precios o sobre el dólar”.
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En la misma tónica, el economista Fernando Baer, de Quantum Finanzas, juzgó que le parece “apresurada esa declaración de una calma de 60 a 90 días; en este contexto económico, político y social, ese plazo es largo en Argentina”.
“Es cierto que se enviaron señales de ir por una mayor prudencia fiscal y monetaria, aunque esta última es menos clara, pero la cuestión política seguirá siendo central para terminar de enviar las señales para determinar un escenario de mayor estabilidad”.
De igual diagnóstico, un análisis de Delphos evaluó que “el gobierno se esfuerza por enviar señales fiscales, ahora mejorando las proyecciones de déficit para 2020 y dejando entrever que el 2021 va a ser muy inferior al 4,5% contemplado en el Presupuesto” pero “la duda de los inversores pasa por el aspecto político, ya que el gobierno se encuentra en un momento de debilidad que le hará complicado recortar gastos en un momento como el actual”.
En sintonía, Martín Vauthier. de Eco Go, consideró que “la brecha cambiara aún está en niveles muy altos, bajó pero por cuestiones transitorias que no se pueden sostener en el tiempo si no se ataca la raíz fiscal del desequilibrio monetario cambiario".
“Hay alguna señal fiscal muy incipiente en el sentido que el déficit se acercaría a 7% del PBI y no a la zona de 8,3% que está incluido en el Presupuesto. Pero esta calma cambiaria para que sea sostenible en el tiempo sin que se empiece a filtrar a precios o actividad es muy importante que se refuerce las señales de la política hacia adelante al respeto a los derechos de propiedad, a evitar medidas o eventos disruptivos que afecten las expectativas".
Vauthier aseguró que también es necesario "que se explicite este menor déficit respecto a lo que dice el Presupuesto para 2020, y que en 2021 se de una señal fiscal más contundente respecto al 4,2% de déficit primario que se incluye, habría que apuntar a un nivel más bajo, a reducir el financiamiento monetario, y lograr algún refuerzo de las reservas vía alguna negociación con el FMI o exportadores”.