El mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias es uno de los blancos preferidos de las embestidas de los bloques de la oposición, y en especial de las centrales sindicales, a la hora de disparar contra el Presupuesto del año que viene. Y no es porque el Poder Ejecutivo pretenda cambiarlo. Los cuestionamientos argumentan que mantener el mínimo en su nivel actual significa, en un contexto inflacionario y de aumento de salarios, bajar de hecho el piso –en términos reales– a partir del cual se tiene que pagar, y ampliar así la cantidad de contribuyentes. Hasta ahora, el monto a partir del cual se pagaba el tributo no era identificado como demasiado bajo.
Sin embargo, el escenario económico cambió. Es que, después de los aumentos de salarios –tanto los que llegaron por decreto como los negociados en paritarias– que no fueron acompañados por un movimiento del mínimo del impuesto, cada vez es mayor el número de personas que tiene que pagar Ganancias. Según pudo saber PERFIL de incuestionables fuentes impositivas, la cantidad de trabajadores que se sumaron al padrón de contribuyentes de ese gravamen, desde principios de 2002 asciende a 150.000 personas. La cifra engloba a los solteros que, vía aumentos de salarios, ahora ganan más de $ 1.750; y a los casados, con una familia tipo, que hoy tienen sueldos por encima de los 2.350 pesos.
Alberto Abad sumó 150.000 contribuyentes a Ganancias
De acuerdo con el índice de variación salarial que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), los trabajadores privados registrados se anotaron frente a los sueldos que tenían en enero de 2002 un aumento de 80%, mientras que los del sector público, un modesto 24 por ciento. De esta forma, muchos de los que se encontraban cerca del límite de tener que pagar el impuesto –y aun otros que estaban un poco más lejos– se vieron beneficiados por los aumentos de salarios, pero ahora tienen que pagar Ganancias. Así, si bien los que están en el sector privado y en blanco tuvieron incrementos como para ganarle a la inflación que, acumulada desde 2002, gravita en torno del 60%, esa ganancia se diluye si se considera que ahora pagan un tributo que antes no los alcanzaba.
La consideración es aún más fuerte en el caso de los estatales que, además de perder poder de compra por lograr aumentos menores a la inflación, ahora, muchos tienen que pagar Ganancias. La cuestión se sumó a la lista de reclamos sindicales. El titular de la CGT, Hugo Moyano, disparó esta semana con dureza contra el nivel del mínimo. El gesto fue leído como un guiño hacia la clase media, en un intento por recomponer una relación que hace tiempo se había resentido. Sin embargo, el reclamo no deja de tener el interés en su base sindical. Aunque las fuentes coinciden en que es difícil estimar una cifra exacta, muchos de esos 150.000 nuevos contribuyentes que ahora sufren los descuentos son afiliados a las entidades.
