Los varones y las mujeres de hasta 29 años, de niveles educativos bajos y con trabajos informales fueron los más afectados en Argentina por la caída en la tasa de empleo registrada durante 2020, como consecuencia de la crisis económica producto de la pandemia de coronavirus y la cuarentena, según un estudio realizado por CIPPEC.
Los últimos datos oficiales indican que, para el tercer trimestre de 2020, los varones hasta 29 años fueron los que sufrieron una mayor baja en la tasa de empleo interanual, del 17%, seguido por las mujeres de esa misma franja etaria, con 11%.
A su vez, la caída del empleo afectó en mayor medida a los trabajadores con menores calificaciones. "Quienes tienen estudios primarios incompletos redujeron su empleo en 28%, mientras que quienes tienen estudios universitarios lo hicieron en 7,6%, de manera interanual", afirma el estudio.
"También se produjo una gran variación según el tipo de inserción laboral. El empleo asalariado formal cayó en un 5,2% interanual, mientras que el empleo asalariado informal cayó 30%", agrega el informe de CIPPEC.
Estos datos forman parte del documento "El mercado laboral en Argentina: estructura, impacto del COVID-19 y lecciones para el futuro", elaborado por Manuel Mera, Matilde Karczmarczyk y Luciana Petrone, investigador, coordinadora y analista del Programa de Protección Social de CIPPEC.
"Argentina tiene problemas estructurales en su mercado de trabajo, con gran heterogeneidad por sector, tipo de inserción laboral y población. Sobre esta estructura es que debemos evaluar el efecto del COVID-19", plantea Manuel Mera.
El impacto del coronavirus
El trabajo desgrana el impacto de la pandemia y las medidas de aislamiento y distancia social en el mercado laboral. Así, muestra que la caída interanual (a octubre de 2020) fue de 241.200 puestos de trabajo, de los cuales 243.500 fueron asalariados.
Al focalizar en los puestos que se perdieron por la pandemia, usando datos desestacionalizados, la caída total del empleo formal fue de 187.100 puestos de trabajo entre febrero y octubre, la mayor parte de los cuales (185.200) se dio en los asalariados registrados.
"Dos cuestiones se destacan de estos números. Por un lado, que el aumento en la caída del empleo no se debe a un aumento en las desvinculaciones, sino a una caída histórica en las incorporaciones. Hay que tener en cuenta que rige en la actualidad una prohibición de los despidos y doble indemnización. La implicancia que tiene esto es que el mercado laboral formal está parado, y esa falta de dinamismo deriva en una lenta pero constante caída del empleo".
El trabajo de CIPPEC detalla también que "las barreras a las desvinculaciones de trabajadores formales derivaron en la utilización de mecanismos alternativos a la desvinculación. Los datos muestran un aumento significativo en la tasa de suspensiones que llegó a 8,84 en mayo y bajó hasta 3,85 en noviembre".
Otros 90 días de prohibición de despidos y doble indemnización hasta fin de año
Cómo recuperar el mercado laboral
Entre las acciones posibles, el trabajo del CIPPEC hace mención a los mecanismos de sostenimiento y promoción del mercado laboral, como subsidios salariales, el seguro por desempleo y la reducción acordada de horas trabajadas para los formales, así como transferencias condicionadas para desempleados e informales.
Además indica como otras posibilidades a "los programas de empleo público, subsidios a la contratación y servicios públicos de empleo".
Por último, se indica que el aparente fin de los programas IFE y ATP implican la necesidad de "reorientar el gasto extraordinario hacia políticas de reactivación sin dejar desprotegidos a sectores de la población que tardarán en recuperar su situación de pre pandemia".
"El país tiene un amplio número de programas laborales y sociales, y deberá ser a través de ellos que se continúe con la contención de los afectados y la promoción de la vuelta a la actividad de los desocupados", concluye Mera.
LR/FF