PERFIL salió a ponerle rostro al 8,4% de inflación de abril. Recogió los testimonios de una familia tipo que no paga alquiler, un jubilado que sigue siendo sostén familiar y de un joven que se independizó y afronta el alquiler mensual. Le ponen todos el cuerpo a la constante suba de los precios en alimentos y en la vivienda. Sus palabras reflejan lo que ocurre en muchos hogares todos los días. Cuentan sus malabares para vivir y los trucos a los que recurren para poder llegar a fin de mes y sostener a sus familias, sin caer en la pobreza.
Paola Sancio (40). Tiene familia compuesta porcuatro integrantes, dos adultos, un niño y una adolescente. Tienen casa propia.
“Hoy en día es complejo llevar a cabo una rutina sin variar en base a la inflación actual. Se puede dar al momento que tenés que renovar el calzado familiar, o peor aún, el abrigo (que en estos días fríos que se avecinan nos hacen repensar sobre el buzo que quedó descolorido o la campera corta, más teniendo niños). En cuanto a las comidas nos salteamos la cena en sí, porque al arrancar muy temprano y volver tarde, con lo que conlleva un almuerzo, se termina juntando con una suerte de “merienda-cena” que alcanza hasta el próximo despertar.
Ya no se hacen compras mensuales. También se redujo la manera quincenal, hoy la compra es semanal, tratando de encontrar una ocasional oferta. Compramos algunos artículos de más (en caso de que te lo permita el negocio de turno, porque también hay restricciones para comprar cosas como aceite, que se ofrecen a veces, dos por familia)”.
Valerio Bertolot (73). Jubilado. Tiene casa propia, vive con su esposa y su hija.
“La inflación no nos deja alimentarnos bien, pagar los impuestos, y nos enferma, porque no podemos comprar todos los medicamentos que necesitamos. Los artículos de limpieza los hace mi mujer a base de vinagre, bicarbonato, porque estos productos aumentan todos los días muchísimo.
El bono, es un día de compra lleno de productos baratos. Se rompió el lavarropas, con el bono no puedo comprarlo.
Planificar las compras podemos muy poco. Compramos todos los productos más baratos.”
Gerónimo Bazán Pereyra (26). Vive solo, trabaja en su casa, paga alquiler.
“Por ahora la llevo dentro de todo bien a la inflación, porque desde la empresa en donde trabajo nos realizan un aumento a principio de año acorde a la inflación. Pero tuve que gastar bastante en acondicionar la casa en donde alquilo, y los precios de materiales y servicios sí han subido mucho. Compro y cocino bastante, algunas veces compro viandas según el tiempo que tenga, en general dos veces por semana. Últimamente están aumentando los precios de las viandas, calculo que como $ 200 cada dos semanas.
Trabajo desde mi casa, porque tenemos modalidad remota, y en servicios como internet y electricidad también mes a mes tengo grandes aumentos”.
