Luego de un marzo turbulento, en el cual cundió el pánico de que el dólar vuelva a tener una disparada, la divisa norteamericana se acerca, de a poco, al piso de la banda de no intervención. En el caso del mercado minorista, el dólar cerró en $42,65 para la venta, es decir, 64 centavos menos que al finalizar la jornada cambiaria del viernes.
Se trata del sexto día consecutivo en que el billete verde cierra a la baja. Por otra parte, en el mercado mayorista también hubo un descenso y la cotización quedó en $41,62. Es decir, 56 centavos más barato que hace tres días.
Uno de los motivos de esta baja tiene que ver con que hoy comenzó a funcionar el sistema de subastas diarias con los dólares que ingresaron al Tesoro por el préstamo del FMI. Durante los próximos meses, se subastarán 60 millones de dólares diarios, divididos en dos rondas, de forma tal de dar al mercado la certeza de que habrá oferta para satisfacer una eventual demanda de divisas.
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Asimismo, durante este mes comenzó a liquidarse la parte más importante de la cosecha gruesa, lo que significa la mayor llegada de dólares reales, no financieros, que tiene nuestro país. El viernes pasado, por ejemplo, se liquidaron 150 millones dólares.
"Es bueno que la baja se dé por factores de la economía real, aunque en junio se corta este nivel de liquidación", afirmó el analista Diego Falcone, ante la consulta de PERFIL.
El Banco Central comienza a subastar U$S 60 millones diarios para contener al dólar
Por otra parte, Falcone destacó que esta nueva baja se dio en un día que fue malo para la mayoría de los países emergentes, en los cuales el billete estadounidense se apreció.
Además de los motivos mencionados, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) también está tomando medidas para buscar contener el tipo de cambio. La autoridad monetaria informó hace dos semanas que la tasa que otorga a los bancos, a cambio de que estos tomen Letras de Liquidez (Leliq), no podrá bajar de 62,5% durante abril. Este anuncio, más allá de que puede tener un correlato recesivo, busca brindar la certeza de que el peso va a seguir siendo atractivo para los inversores.
Por otra parte, la fuerte contracción monetaria que se viene utilizando desde octubre hace que haya menos pesos en la calle, lo cual le quita presión al dólar.
JPA
