Desde Mar del Plata
El intento pareció ser cambiar las expectativas. Salir de la gestión de la crisis y cortar la recepción de malas noticias como la inflación de septiembre que se conoció esta semana. Y por eso, en su participación en el Coloquio de IDEA ante empresarios en Mar del Plata, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, hilvanó noticias de “los últimos días” que estaría mostrando un freno a la suba de precios y mostrarían correcciones en los desniveles externos.
Para el funcionario, sacar los pesos del mercado, funciona. En los últimos diez días la inflación está bajando, según le dijo a los empresarios que participaron en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata. También estimó que los salarios volverán a recuperarse en noviembre. “El consumo llegó a su piso en octubre”, aseguró ayer por la tarde.
El combo de buenas nuevas que le dejó a los empresarios es que el comercio exterior marcará superávit en octubre. Con todo ese escenario, Dujovne prevé que el año que viene la caída podrá ser incluso menor al 0,5% que figura en el Presupuesto, aunque el FMI prevé una baja del 1,6% del PBI el año próximo. “Ojalá tengamos razón nosotros y no el Fondo”, agregó.
El próximo viernes, el directorio del FMI analizará el nuevo acuerdo, que amplía y adelanta desembolsos. “En mayo del año que viene podríamos asegurar el financiamiento para 2020”, se ilusionó. Pese a la visión optimista que llevó a Mar del Plata, reconoció que la Argentina no está blindada a los shocks externos y una nueva crisis cambiaria.
“La inflación de septiembre y octubre van a marcar el pico del año y responde a la inestabilidad cambiaria desde abril. Hubo una fuerte depreciación en agosto y el traslado a precios es lo que generó este pico inflacionario”, resumió Dujovne ante un auditorio que pese al mal año económico, espera que el gobierno de Mauricio Macri llegue a un segundo mandato. “Pero está desacelerándose. La inflación diaria mensualizada de los últimos diez días no muestran que está haciendo efecto la política monetaria”, remarcó Dujovne en base a los índices que relevan precios día a día.
Salarios. El funcionario defendió la política monetaria, pese a las altas tasas. “Un shock adicional de la inflación en los salarios reales es mucho más duro de lo que genera en la actividad esta tasa de interés”, dijo y reclamó mirar “las tasas reales (descontando la inflación), no las nominales”.
Frente al paro anunciado por la CGT, Dujovne aseguró que el diálogo es muy fluido con algunos sindicalistas y otros “tienen una gimnasia muy imbuida en un año pre-electoral”.
“El salario hizo piso en octubre. La inversión va a ser el último momento de la demanda en recuperarse por las altas tasas”, admitió.
Servicios. En cuanto a las tarifas energéticas, el funcionario aseguró que el precio del gas “va a seguir bajando” pero aclaró que está atado al tipo de cambio. “Los aumentos de servicios públicos el año próximo no van a ser superiores a la inflación”, anticipó, aunque falta determinar transporte. En el Presupuesto, el 2019 contempla una inflación de 23%.
La esperanza ahora ya no está en el “segundo semestre” sino en el segundo mandato: “si Macri es confirmado a partir de 2019 va a ser visto como el momento en que la Argentina puede crecer, que puedan llegar las inversiones”.
Debate por el déficit cero y los intereses
Antes de la exposición del ministro de Hacienda, un debate de legisladores puso el acento en el Presupuesto del año que viene.
El legislador del Frente Renovador, Marco Lavagna, desafió la idea central del Gobierno de ir a un Presupuesto 2019 con déficit cero: “No vamos a déficit cero”, dijo, porque “el año que viene vamos a tener 3,3% de déficit fiscal”. Y equiparó el equilibrio presupuestario primario, sin contar intereses de deuda, con el pago de una tarjeta. “Los intereses se pagan”, dijo.
Lavagna también resaltó que el “acuerdo con el FMI lo deberíamos tener a disposición para discutir el Presupuesto”.
A su turno, el dirigente del PRO, Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, explicó que el aumento del impuesto a los Bienes Personales se decidió porque “las provincias buscaron mecanismos de composición vía ingresos” y que ahí “algunos exigieron que Bienes Personales sea parte de las compensaciones”.
“Nadie desde el Gobierno impulsó esta idea con alegría o satisfacción, sí en un marco político y económico donde la Argentina está atravesando una situación de emergencia. En ese marco, se está apoyando el avance de este proyecto. El impuesto es distorsivo, pero es probablemente de los más progresivos que tenemos”, subrayó.
A su turno, desde el peronismo Miguel Pichetto se acordó de la gestión de Federico Sturzenegger: “Fue desastrosa”, dijo.