ECONOMIA
TRAS LA MEGADEVALUACION DE 2018

El dólar casi no subió desde octubre, pero no lo ven atrasado

El dólar cerró a $43,61
El dólar cerró a $43,61 | CEDOC PERFIL

El dólar está apenas $ 1,22 o 2,90% arriba del valor previo al 1 de octubre último, cuando debutó el plan de ajuste monetario con la llegada de Guido Sandleris al BCRA, mientras que la inflación en ese lapso está en torno al 30%. Hubo sustos en los que la divisa tocó un récord de $ 46,90 en abril por ruidos electorales, pero hace la plancha hace dos meses ante el mayor poder de fuego autorizado por el FMI al BCRA, y porque el anuncio de las candidaturas despejó cierta incertidumbre. De hecho, el dólar se abarató en junio 5,2% frente una inflación estimada en 2,5%. Así se viró del temor a una disparada del dólar antes de las PASO, a la inquietud de si el actual valor –$ 43,10 de venta minorista y $ 41,85  el mayorista al cierre del viernes– está cerca de un atraso cambiario, típico de años electorales en Argentina, con el riesgo de que luego rebote fuerte, como suele ser el patrón.

El veredicto de la mayoría de los economistas es que “no hay un atraso” dado que el dólar viene de un salto del 100% en 2018, y juzgaron que “es competitivo” porque genera superávit de balanza comercial.

El economista Gabriel Rubinstein opinó que “entre $ 43 y $ 48 son valores razonables, no es un atraso manifiesto” y “es un dólar que ayudó al ajuste de la cuenta corriente”. Martín Vauthier, de Eco Go, coincidió en que “no está atrasado”, y fundamentó que “el tipo de cambio real bilateral con Estados Unidos, tomando como base 1 el día previo a la salida del cepo en diciembre de 2015, tuvo un máximo de 1,93 en septiembre cuando del dólar se fue a $ 40, y hoy está en 1,48”. Incluso proyectó que “bajo un supuesto de que el tipo de cambio se mantiene en este nivel hasta fin de año y la inflación es 2,5% mensual, se iría a 1,30, o sea todavía seguiría 30% arriba del nivel anterior a la salida del cepo”. Nery Persichini, de GMA Capital, aludió al tipo de cambio real multilateral (TCRM), que “es una medida de la competitividad” porque “incorpora además de la cotización de la divisa, la inflación doméstica y los tipos de cambio y las inflaciones de nuestros principales socios comerciales”. El analista  indicó que “el TCRM está actualmente en el mismo valor que hace un año; desde el pico de la corrida de septiembre, el TCRM es un 24% inferior, pero es un 46% superior al vigente antes de la salida del cepo, y un 20% mayor al valor de abril de 2018 antes de la corrida cambiaria”. También un informe de ACM señaló que “considerando el artículo IV del FMI en su reporte de diciembre de 2017, el TCRM se encuentra solo un 2% por encima del rango que en aquel entonces se consideraba necesario para equilibrar las cuentas externas”.

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¿Es competitivo? Guido Lorenzo, de LCG, sostuvo que el actual  dólar es competitivo “para algunos sectores”, y “para otros no”, y reflexionó que “a los que creemos que una estrategia de tipo de cambio real alto y estable puede ser beneficiosa para impulsar la actividad nos gustaría verlo más alto, pero definitivamente no se puede hablar de atraso cambiario a este nivel porque hace al balance comercial positivo”. Vauthier coincidió que “luce competitivo porque tenés superávit comercial” y comparó que el de 2017 “sí era un tipo de cambio claramente atrasado, generaba no solo déficit de cuenta corriente, sino desequilibrio comercial”. En cambio, Rodrigo Alvarez, de Analytica, advirtió que el dólar “está atrasado”, y planteó que “es competitivo desde el punto de vista comercial” pero “en la ecuación faltan los pagos de servicios de deuda y la fuga de capitales”. Auguró que “este nivel cambiario“no alcanza para cubrir los desequilibrios macroeconómicos y todo ajuste que no se haga este año se trasladará a 2020”.