Fue coordinado. Primero el FMI presentó una nota técnica con un fuerte aval a una quita de deuda. Después el ministro de Economía, Martín Guzmán, dio a conocer algunas proyecciones macroeconómicas, algo que le reclamaban los bonistas a los que se les hará una propuesta de reestructuración en los próximos días.
Los técnicos del Fondo, basados en las visitas de Luis Cubeddu y Julie Kozack a la Buenos Aires, consideraron que “será necesario un alivio substancial de los acreedores privados para restablecer la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda”. Plantean tres escenarios, que van desde los U$S 55 mil y US$ 85 mil millones para reducir los vencimientos de deuda en los próximos diez años. El escenario más bajo incluye, un posible alivio de los compromisos con organismos como el FMI, el mayor acreedor del país.
“A pedido de las autoridades argentinas, y en estrecha colaboración, el personal del FMI publicó una nota técnica sobre la sostenibilidad de la deuda pública de Argentina”, detalló en un comunicado el organismo.
El presidente Alberto Fernández y el ministro Guzmán hablaron por teléfono con su directora gerente, Kristalina Georgieva y “se encontraron similitudes” en que la Argentina “no tiene capacidad de pago en moneda extranjera por cuatro años”, se informó.
Goergieva consideró además que “cuidar a los más vulnerables” es la prioridad del Gobierno de Alberto Fernández, “aún más a la luz de la pandemia”.
En la opinión del equipo técnico, el alivio de la deuda necesario “debería reducir las necesidades de financiamiento bruto de Argentina a un promedio de alrededor del 5% del PBI, y no superior al 6%/PBI para cualquier año en el mediano y largo plazo”. En línea con lo que planteó Guzmán, el nivel de reservas es precario, según el Fondo. “Cualquier reestructuración deberá reconocer que prácticamente no hay margen para el servicio de la deuda en moneda extranjera en el corto y mediano plazo”, agrega la nota.
Cisne negro. Entre los riesgos, el primero es el avance de la pandemia, por el impacto incierto que tiene en la economía local y global. También porque pone en duda la agenda de políticas que planteó el Gobierno para la recuperación. Pero el Fondo toma nota de la volatilidad de los mercados internacionales. “Existen riesgos operativos asociados con el proceso de reestructuración de la deuda que pueden impedir alcanzar un acuerdo consistente con una alta participación de los acreedores privados”, marcó.
“Con capacidad limitada de Argentina para generar divisas y bajos niveles actuales de reservas, el equipo técnico ve la necesidad de mantener el servicio de la deuda en moneda extranjera alrededor del 3% del PBI a mediano y largo plazo”, agregó. El canje debería dejar un coeficiente del 2% del PBI anual para llegar con margen a 2030.
Hasta antes del coronavirus, se preveía una recuperación económica moderada, hoy condicionada a que los efectos “se disipen hacia fines de este año, junto con un proceso gradual de desinflación y consolidación fiscal a mediano plazo”, según el Fondo. Guzmán advirtió que el virus pone en riesgo la previsión de crecimiento de 2021, aunque todavía no hay una estimación del daño total.
Déficit
El Ministerio de Economía informó que el Sector Público Nacional (SPN) registró en febrero un resultado primario deficitario en $27.497 millones, frente a un superávit de $6726 millones del mismo mes del año pasado. Por otro lado, los pagos en concepto de intereses de la deuda pública representaron $40.801 millones. El resultado financiero fue deficitario en $67.577 millones. Los ingresos crecieron al 36% interanual, mientras que los gastos lo hicieron al 51%, según se informó.