Ciencia y Tecnología (CyT) es un sector crucial para la economía en términos de productividad y como generador de empleos de calidad. De hecho, en la Argentina y Brasil, este sector explica aproximadamente el 22% de las exportaciones y produce alrededor de uno de cada 10 dólares.
Pese a su importancia creciente en la agenda global, y al hecho de que países que disponen de una masa crítica de estos conocimientos pueden especializarse mejor en sectores más dinámicos y competitivos, CyT está entre los sectores que menor participación de mujeres tiene en el mundo, especialmente en América Latina.
Las mujeres argentinas ganan, en promedio, 34.45 % menos que los hombres
Según el documento “Mujeres en ciencia y tecnología: cómo derribar las paredes de cristal en América Latina” de los programas de Protección Social y Desarrollo Económico de CIPPEC, en Argentina, Brasil y México, del total de ocupados/as en los sectores relacionados con CyT, que tienen empleos de mayor calidad y salarios por encima del promedio de la economía, apenas alrededor de un tercio son mujeres. La proporción es incluso menor en trabajadores/as con habilidades relacionadas con CyT que además realizan tareas acordes: de esos casos, las mujeres en estos tres países representan menos de un cuarto del total.
Si bien las mujeres son mayoría entre quienes estudian carreras universitarias en los tres países bajo análisis, su participación se reduce en los campos de estudio CyT. Esta menor participación se traduce con creces al ámbito laboral. Mientras que las mujeres son el 40% de los egresados/as de carreras CyT en Argentina, el 34% en Brasil y el 31% en México, son solo el 24% de los ocupados/as CyT en Argentina, el 19% en Brasil y el 20% en México.
Las mujeres lideraron mejor que los hombres en pandemia
El sector tiene un gran potencial de transformación y generación de empleo de calidad para trabajadores/as de diferentes niveles de calificación. Si bien emplea una mayor proporción de trabajadores/as de alta calificación que el resto de la economía, también ocupa trabajadores/as de nivel educativo medio y bajo.
El documento detalla que la estrategia debe incluir políticas educativas y de formación profesional con perspectiva de género para facilitar el acceso de las mujeres al mundo laboral; políticas culturales para derribar sesgos y estereotipos de género en empresas e instituciones; y políticas para lograr una mejor conciliación entre la vida familiar y laboral y fomentar el ascenso de las mujeres a posiciones de liderazgo. Además, es necesario proveer información pública de calidad y de manera sistemática, y fortalecer y coordinar los esfuerzos del sector privado con el ámbito público.
RM CP