ECONOMIA
Análisis

En pleno boom del Bitcoin, qué piensa un criptoescéptico

Un economista explica "lo que no dicen los agentes de inversión a la hora de pensar en criptomonedas". "Su precio depende de la especulación de los inversores que no tienen donde colocar su dinero", dice.

Criptomonedas: ¿Boom o burbuja?
Criptomonedas: ¿Boom o burbuja? | cedoc

Hace poco más de 2 años el premio Nobel de Economía Paul Krugman se definía como un criptoescéptico porque entendía de fondo cuál es la diferencia que existe entre el precio de una mercancía y su valor real, algo que todos los asesores de inversión parecen pasar por alto en temas de criptomonedas

En este artículo queremos hablar de 3 cuestiones básicas que todo ahorrista debería tener en cuenta a la hora de pensar en invertir en criptomonedas.

  1. Primero: En que se diferencia el dinero fiduciario (dólares, pesos, drams, etc) de las criptomonedas. Para empezar, el dinero fiduciario cumple 3 grandes funciones en la economía (y que explican gran parte del valor que tiene para la sociedad). Por un lado, el dinero sirve como unidad de cuenta es decir que uno puede pensar en una tableta de chocolate que vale 120$ por lo tanto podemos darles a las mercancías un número contable, a la vez sirve como unidad de cambio (te permiten relacionar las mercancías entre sí). Así, por ejemplo, si 100 gramos de caramelos valen 60$ podemos decir que 200 gramos de caramelos equivalen a una tableta de chocolate. Por último, el dinero sirve como reserva de valor, se puede guardar y cambiar por bienes y servicios cuando se desee.
    Ahora bien, ¿Las cripto monedas están en condiciones de cumplir las mismas cualidades que el dinero? Por la forma en la que se construyen su “oferta” que no tiene ninguna relación con los bienes y servicios que circulan en la economía en principio no podrían funcionar como unidad de cuenta o unidad de cambio. Pero si pueden funcionar como unidad de reserva, y de hecho es la utilidad que te venden los inversores para que elijas invertir, pero para que sirva como un activo financiero eficiente para ahorrar la clave sería que tenga un precio estable en el tiempo, lo cual no pasa, de hecho, si consideramos el bitcoin específicamente el nivel de volatilidad que viene teniendo es extremadamente alto.
     
  2. La segunda pregunta que nos hacemos entonces es ¿Cuál es el valor de la criptomoneda y porque se diferencia de su precio? Si no logra cumplir las funciones del dinero entonces no puede tener el mismo valor que el dinero (Entendiendo al valor como la utilidad que ofrece a quién la adquiere).
    Hoy las criptomonedas se usan para intercambiar bienes porque tienen la ventaja de que no quedan las transacciones realizadas registradas en ningún lado lo que permite el intercambio de mercancías sin un control estatal. Si el valor de las cripto depende de su capacidad para intercambiar bienes sin control se abre el debate a una cuestión ética y moral sobre si conviene o no conviene que la sociedad desarrolle un sistema para el intercambio de productos sin control de ningún tipo. Mi apreciación personal es que no es algo bueno ya que se suelen comercializar bajo este mecanismo los mercados ilegales.
    Por último vale aclarar que los dólares, pesos, etc que emiten los distintos estados tienen en última instancia un seguro de back up que es que con ese dinero se puede pagar impuestos y se pagan los sueldos estatales lo que en promedio pesa un tercio de la economía global aproximadamente y eso garantiza parcialmente su demanda.
     
  3. La tercera pregunta que nos hacemos es sobre los potenciales futuros del nuevo esquema de dinero encriptado. Por un lado, es clave el comportamiento de los estados soberanos, si empiezan a integrar a las cripto monedas y le otorgan un marco legal que las regule, eso probablemente ayude a darle estabilidad y continuidad. Por otro lado la oferta tiene dos particularidades que son claves, la primera el costo de producción (minar criptomonedas y sostener su funcionamiento requiere un costo energético bastante alto y no es claro si estamos en condiciones de sostener una demanda de energía creciente para potenciar el esquema de transacciones encriptadas) y la segunda es que cada criptomoneda que va surgiendo tiene una cantidad dada (es decir ya se sabe cuantas bitcoins hay) pero la posibilidad de nuevas criptomonedas (Bitcoin, Litecoin, Primecoin, etc) es casi infinita y no guarda ninguna relación con la cantidad de bienes y servicios que circulan en la economía lo que nuevamente genera un problema de utilidad.

 

¿Qué tiene que saber cada inversor a la hora de pensar en criptomonedas?

 

Para empezar, que el aumento exponencial del precio no guarda relación alguna con el valor real.

Surgió como un movimiento especulativo que tiene un explicativo bastante claro, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentó los niveles de emisión de dinero en los últimos años a niveles alarmantes, la tasa de interés está prácticamente en negativo (si descontamos la inflación) con lo cuál la tenencia de dólares deja de ser un negocio y el gobierno norteamericano viene manteniendo déficits crónicos en lo que respecta al gasto público y que compensa emitiendo dinero (algo que los argentinos estamos muy acostumbrados a ver).

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Entonces, si sumamos la tasa de interés real negativa del dólar, el aumento de la emisión monetaria y los déficit crónicos en el gasto público se generó un coctel explosivo de dólares circulando por el mundo que buscan ir (por no tener en el sistema tradicional un lugar de contención) a inversiones menos ortodoxas como es el caso de las criptomonedas.

Por lo tanto, el precio de las criptomonedas depende de la especulación de los inversores que no tienen donde colocar su dinero

¿Se puede ganar plata? ¡Un montón! ¿Cómo? Comprando barato y vendiendo caro en inversiones de In & Out de corto, lo que bajo ningún punto de vista en este escenario actual se puede considerar a las criptomonedas como unidades de reserva mientras no haya ningún cambio sustancial en la coyuntura global.

Hoy viendo el escenario actual se vislumbra una burbuja especulativa (donde estas terminan pinchándose lo que equivale a derrumbes drásticos de su precio) sostenida por la especulación, la desinformación del inversor medio y la incertidumbre global derivada por el pésimo manejo que viene teniendo Estados Unidos de sus principales variables macro.

 

* Licenciado de Economía de la UBA