El ministro Sergio Massa pesificará la deuda que mantiene con los organismos estatales. Según el plan, deberán venderse los títulos en dólares en el mercado para tomar bonos de deuda del Tesoro en pesos. Esta maniobra permitirá poner liquidez en dólares y así calmar a los instrumentos financieros, como el Contado con Liquidación (CCL) y el MEP.
Con esa jugada, Massa volcará unos US$ 4.000 millones. “Economía suma instrumentos para la estabilidad económica. Hoy hay organismos del estado que cuentan con bonos denominados en dólares, tanto con legislación local (AL), como con legislación extranjera (GD). Los primeros (AL) no se utilizan para MEP/CCL”, destacaron en off the record fuentes de Economía, consultadas por PERFIL.
Esta iniciativa apunta a “colocar en el mercado una parte de los AL para generar profundidad; que el Ministerio de Economía, en coordinación con BCRA, concentre el manejo del resto de los AL que no se colocaron en el mercado; y retirar del mercado bonos GD”. “De esta manera Economía va a contar con capacidad de actuar en el mercado de dólares financieros sin afectar las reservas”, destacaron.
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Massa espera lograr que “absorber excedentes de pesos que de otra manera presionan sobre la inflación; reducir deuda en dólares con legislación extranjera; generar instrumentos para actuar en el mercado de dólares financieros sin afectar las reservas; concentrar el manejo de esos instrumentos (hoy diseminados en distintos organismos del Sector Publico) en el MEcon, en coordinación con BCRA”.
También apuntará a “levantar algunas restricciones cambiarias, como primer paso hacia un principio de normalización; reducir la volatilidad del mercado de dólares financieros en particular, y del mercado de capitales en general, evitando así su impacto entre otros en la inflación; equiparar a los bonos con legislación local (AL) como benchmark del mercado de dólares financieros; seguir consolidando el programa financiero del tesoro; y continuar el camino de estabilización para superar la crisis de junio 2022”.
Primera licitación post canje
En ese contexto, el equipo económico mantendrá este miércoles un desayuno de trabajo con bancos, aseguradoras y fondos comunes de inversión, con el objetivo de “intercambiar opiniones de contexto”, a sólo horas del test que enfrentará el Gobierno por la primera licitación de bonos luego del canje de la deuda en pesos. El objetivo del Palacio de Hacienda es cubrir los vencimientos para evitar una emisión que recaliente la inflación y es por eso que puso sobre la mesa distintos instrumentos para captar la atención.
La reunión no es novedosa, porque los colaboradores de Massa mantuvieron contacto cotidiano para la aplicación del reciente canje voluntario y se llevaron promesas, que esperan por su cumplimiento. Este miércoles, Economía tiene que cubrir US$ 361 mil millones de pesos y la semana próxima otros US$ 280 mil millones que quedaron afuera de la renovación. Para eso, habrá títulos de corto plazo, atados a la inflación y con tasa fija. Aunque se pondrán a la vista otras alternativas, incluso para después de las elecciones.
El encuentro tomó relevancia ante los rumores de desdoblamiento cambiario, que desde el entorno del ministro descartaron ante PERFIL. Pero la mala performance del resultado fiscal, con un déficit primario de $228.134 millones y un déficit financiero de $485.590,9 millones, generó dudas en torno al cumplimiento de la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que además le puso freno a la emisión monetaria para cubrir el rojo. Esa mala ecuación tuvo como principal motor la caída de exportaciones primarias agrícolas.
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Según un informe de Ecolatina, “pese a que el gasto primario retomó el sendero de reducción real, el impacto negativo de la sequía en los ingresos tributarios ensanchó el rojo primario y puso en jaque el cumplimiento de la meta fiscal para el primer trimestre”. Sucede que el déficit de febrero fue el mayor en los últimos seis años en términos reales.
“Con estos números, el rojo primario bajo la métrica del acuerdo con el FMI (EFF) acumuló $432.000 M (0,3% del PIB) en enero-febrero, lo que sitúa al primer bimestre del 2023 como el más deficitario de los últimos 30 años en término reales. Frente al desequilibrio fiscal acumulado, el resultado primario en marzo debería ser prácticamente equilibrado para cumplir con la meta fiscal del primer trimestre ($441.500 M)”, sostuvo Ecolatina.
Las perspectivas de que marzo de buenos resultados en términos fiscales tiene malos antecedentes. No sólo por el mal inicio de los primeros dos meses, sino porque el tercer mes del año suele ser deficitario en la comparación histórica desde 2015 hasta esta parte. Para muchos analistas, el Gobierno forzará un nuevo incumplimiento del acuerdo con el FMI, de modo de tener condiciones de renegociar también la meta fiscal, la única sin variables hasta el momento, ya que la de acumulación de reservas internacionales fue la más flexible.
FMI y las metas flexibles
Justamente, la suspensión de los pagos que la Argentina tenía que haber realizado al organismo multilateral de crédito dio muestras de otra señal sobre la necesidad de evitar un default de la deuda externa argentina. Si bien no se conocen los detalles del acuerdo de relajamiento de la meta de acumulación, el no pago de los vencimientos le dio aire al Banco Central, que podría haber tenido nuevamente reservas negativas.
Según un cálculo que realizó la consultora Eco Go, y al que accedió este medio, las reservas internacionales de la entidad que preside Miguel Pesce estarían por debajo de los US$ 1.300 millones. Este martes, el BCRA debía haber desembolsado US$ 920 millones y este miércoles otros US$ 1.270 millones más. “Con esos números, el Central iba a tener reservas netas negativas, algo que pasó justo antes de alcanzar el acuerdo con el Fondo y en 2015”, señaló Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora.
La pérdida de ingresos por unos US$ 5.000 millones ante la sequía jugaría a favor del corrimiento de la meta fiscal. En el entorno de Massa aún no hablan de esa alternativa, pero los argumentos están en la mesa para que sean evaluados por el staff del FMI, de modo de atravesar el año electoral sin sobresaltos. Aun así, los conflictos del financiamiento en pesos pueden poner en jaque otra de las recomendaciones del Fondo: el uso de la maquinita.
AM / ED