Las largas filas y el amontonamiento para cobrar jubilaciones y las ayudas de emergencia en el comienzo de la pandemia pusieron en evidencia la falta de cajeros automáticos y la necesidad de mejorar la educación financiera para aprovechar las alternativas al efectivo. En todo el país, habría que instalar unos 10 mil cajeros más. Y los que están se concentran en las áreas comerciales.
Con ese escenario, y después de una experiencia en el barrio 31 de la Ciudad de Buenos Aires y corresponsalías en el Impenetrable, en Chaco, la empresa Trasa -que opera con la marca Pago 24- firmó un convenio con el municipio de Ezeiza para instalar unidades modulares de inclusión financiera (UMIF), que incluyen un cajero automático que opera las 24 horas.
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"En los barrios vulnerables del conurbano, para llegar al cajero hay que tomarse un colectivo y viajar media hora", explica Ricardo Minicucci, gerente general de Pago 24. La experiencia piloto en Ezeiza tiene lugar en Spegazzini, una localidad de 25 mil habitantes donde hay un único cajero del Banco Provincia. El módulo funciona de 9 a 18 con atención al público para cobro de servicios, consultas, gestión de claves y carga de SUBE. Lo recaudado se vuelca al cajero automático, que es externo y funciona las 24 horas y los siete días de la semana. Así también se bajan los costos del transporte de caudales.
Educación
La UMIF, en tanto, también apunta a brindar información y capacitación para mejorar el acceso a medios electrónicos de pago. "En ese caso, firmamos un acuerdo por capacitación con especialistas en educación financiera, que pueden dar clases a los vecinos y comercios", agrega el gerente de Pago 24, que confía también en que se genere "un ecosistema" alrededor del cajero, que también puede instalarse cerca de un hospital o sala de atención primaria, según cada barrio.
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"Es una actividad con impacto local. Se emplean personas del barrio para la atención de la unidad y también la extracción de dinero en la plaza hace que esos pesos se gasten en los negocios de la zona. Si uno viaja para sacar plata al centro comercial, lo que generalmente pasa es que gasta también en esa zona", detalla Minicucci. Además del acuerdo con el intendente Gastón Granados, están en negociación con otros municipios para extender estas unidades modulares. "En comparación con los bancos, es una inversión baja", reconoce. Llave en mano, ronda los US$ 27 mil.
La instalación de la unidad se genera en 30 días. En el caso de Ezeiza, está en la plaza, en Roger Ballet entre Sarmiento y Solís, cerca de un destacamento de la policía bonaerense, ya que la seguridad es una condición, en un modelo low cost que no cubre seguridad privada. La firma también firmó un acuerdo para recibir depósitos para el Santander y espera extenderlo a otros bancos y funcionar como corresponsalía, sin costo para el usuario final.
PV
