“Hoy es un buen negocio invertir en fideicomisos de siembra de granos en la Argentina”, dice José Demicheli, de Adblick Granos, uno de los grupos con mejor performance global y más de 12 años en el mercado. La afirmación cobra sentido en un contexto de pérdida de valor de los pesos y en tanto esta inversión genera dólares. “En un mercado de restricción de acceso a la divisa, es una excelente manera de resguardar el capital, para que el inversor pueda mantenerlo a valor del dólar oficial hasta el momento del retiro, además de ir percibiendo una renta que puede ir desde el 8 al 14% en dólares, según el año”, agrega. Finalmente el campo tiene como socio mayoritario al clima, además del Estado con las retenciones.
Mediante este sistema de inversión en fideicomisos cualquier persona, sin tener acceso a tierra productivas, se convierte en “socio” de grandes inversores (1 millón de dólares o más), y obtiene utilidades en la misma línea, a partir de una inversión mínima de 10.000 dólares o bien a partir de cuotas partes de 500 dólares si espera el mes del año en que Adblick abre su fondo de inversión cerrado (este año será en Mayo) donde se pueden sumar inversores individuales e institucionales, que busquen diversificar sus carteras con instrumentos de oferta pública vinculados a la economía real.
Los que son conservadores, tienen la posibilidad de invertir en tierras como refugio de valor y pensando en el largo plazo. En este caso el fideicomiso cuenta con la división Campos, que a partir de la adquisición de tierras agrícolas, plantea una inversión de bajo riesgo que entraña la revalorización del bien físico en dólares (5% anual) y una renta por 3% anual en divisa sobre el capital invertido.
Se espera que Vaca Muerta y el Campo sean los motores de recuperación en 2020.
De todos modos, primero entender bien de qué va el negocio antes de ingresar. “Hoy hay mucha información disponible pero hay que leer, consultar y luego definir”, dice. Por caso conviene tener en mejor estima aquéllas firmas que diversifican más su actividad, ya sea porque siembran en distintas zonas y hacen varios cultivos, porque ofrecen mejores posibilidades de negocios al tiempo que reducen las posibilidades de resultados negativos.
En definitiva no hay que pensar en poner los pesos sólo en el que sabe producir bien, sino también comercializar. “Puedo apuntar a obtener un 2% más de rinde en un cultivo pero debo considerar que el traslado de ese grano a puerto representa un 15% de los costos. Muchas veces es mejor tener 1% más de precio que de rinde y ahí se nota cuando son profesionales los que trabajan porque ponen en juego todas las variables para acceder a rentas que pueden ir de 6 a 14%, dependiendo el año y el clima”, indicó el titular de este fideicomiso que hoy siembra 40 mil hectáreas, en 10 ciudades distintas, y produce 8 variedades de cultivos.
