El Estado argentino necesita recaudar de manera constante y, aún así, el déficit fiscal representa un bache que no se llega a cubrir. Es preciso señalar entonces, que el campo y las empresas lo sostienen a través de gravosos impuestos.
Esta situación genera que una gran cantidad de empresas elijan radicarse directamente el exterior, priorizando así el trabajo y la producción en otros países. De esta manera, Argentina está “financiando” inversiones que se van a las naciones limítrofes. Los empresarios optan por este camino en función de sus beneficios impositivos, baja conflictividad laboral y el acceso libre al dólar.
Uruguay por ejemplo, tiene inversiones de 300 empresas argentinas que aportan US$ 5.000 millones gracias a su rentabilidad y seguridad jurídica. Persiste en muchos casos una costumbre mecánica de emigrar el capital y hacerlo trabajar allí, donde incluso se sostiene la ausencia del impuesto a la ganancia como incentivo por un tiempo.
La pandemia acelera el éxodo de empresas a los países de la región
Argentina es el país con mayor stock de inversión extranjera directa en Uruguay. El mayor volumen corresponde al turismo y al sector inmobiliario, debido a que Montevideo triplica la rentabilidad de la Ciudad de Buenos Aires y cuenta con libre contratación de alquileres desregulados que se pueden pactar en dólares. No por nada el ex mandatario Pepe Mujica señaló que: “Casi todo Punta del Este es de los argentinos”.
En Paraguay las compañías argentinas afincadas trabajan con materias primas y hasta productos y servicios. Su IVA es del 10% y el pago de Ganancias y Rentas Personales también, mientras que en argentina representan el 21% y 35%. No hay restricciones para girar divisas al exterior y cuentan con una Ley de Incentivos Fiscales para empresas exportadoras exentas de pago de impuestos por cinco años y para importar máquinas. La inflación anual es menor al 5% y el PBI creció 4,8% en la última década.
Es por eso que la inversión argentina en Paraguay creció un 20% en los últimos tres años, con desembolsos por más de u$s 40 millones, y se ubica en el cuarto lugar detrás de Estados Unidos, Brasil y España. Algunas de las compañías más importantes en ese mercado son Aceitera General Deheza, Molinos Río de la Plata y… Vicentin.
Marcos Galperin abandonó el día a día de Mercado Libre en el país y se fue a Uruguay
Chile es el país menos beneficiado por el dinero inversor argentino. En 2018, el presidente Sebastián Piñera sacudió a la opinión argentina al declarar que el acuerdo comercial entre ambos países era menor a 1000 millones de dólares.
Sin embargo Chile reúne gran cantidad de empresarios argentinos, en su mayoría del rubro gastronómico. Y en marzo se supo que Marcos Galperín, CEO de Mercado Libre, tiene intereses inversores allí por 100 millones de dólares.
En Bolivia está creciendo la producción de gas y petróleo, y parte de la misma se vende curiosamente en Argentina. Es sabido que Vaca Muerta da pérdidas y Bolivia le abre los brazos a la industria con fáciles accesos al crédito que también fortalecen el desarrollo inmobiliario.
Las inversiones argentinas en Brasil están lideradas por Eduardo Elsztain, empresario que destinó sus bienes e intereses en la producción de carnes y granos, mientras ocupa las ganancias de esos negocios en expandir su negocio inmobiliario y turístico. Brasil posee la segunda presión tributaria más grande de América, pero muchos la prefieren por sus ganancias y beneficios a partir de recientes políticas de inversión en imagen y oferta de servicios, que estimulan así la compra de residencias de vacaciones y gastos en el país.
El Gobierno pone la lupa en quienes se radican afuera para evitar impuestos
Una gran cantidad de productores de insumos agropecuarios invierten en Brasil, que en los últimos 7 años ya produce más leche, carne, granos y derivados que Argentina, sectores que en otro tiempo fueron liderados por nuestro país. Incluso la soja resulta un mejor negocio en Brasil que en Argentina, porque produce el doble: 35 millones de hectáreas contra 17 de Argentina.
Si bien la pandemia enrarece todos los números, es razonable que aún transitando una gravísima crisis sanitaria, Brasil salga económicamente mejor parada que nuestro país. Antes de la llegada del virus a nuestro continente, el pronóstico de crecimiento de Brasil según el FMI era de 1,7%, el mejor de la región. Después de esta coyuntura se estima que conserve un 0,2% en 2021-2022, pero con menos problemas económicos que afrontar, sólo superado por Paraguay y Uruguay que lograron dominar rápidamente la pandemia.
Por último, es interesante destacar que sólo Uruguay bajó impuestos durante la emergencia, mientras que Argentina fue el único país que endureció la carga impositiva, impactando duramente en su sector productivo que registra hoy una crisis de graves consecuencias.
(*) Economista y CEO Fintech Más Inversiones
