A pesar de las condiciones macroeconómicas internas y el contexto financiero internacional, se mantiene una tendencia positiva para las inversiones en startups de América Latina y, en particular, para Argentina.
Se definen como startups aquellos emprendimientos que tienen la potencialidad de crecer exponencialmente, resolver un problema muy grande, con curvas de crecimiento muy rápido y adaptación de los productos y servicios regionales.
A diferencia de una pyme, con la que pueden tener facturación y cantidad de empleados similares, una startup resuelve un problema lo suficientemente grande con el diseño de un modelo de negocio ágil como para poder convertirse en una compañía de mucho valor en poco tiempo y a nivel regional. Con ese modelo nacieron Mercado Libre, Globant y Despegar, entre las primeras, y Ualá y Tienda Nube en los últimos tiempos.
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Para desarrollarse, las startups dependen de inversiones denominadas “Capital Semilla” y “Capital Emprendedor”.
El Capital Semilla son inversiones tempranas, por parte de gestores en Rondas Pre series A, generalmente menores a US$ 1 millón. Los equipos emprendedores tienen una idea en el inicio, encuentran que hay un problema que nadie lo resuelve bien y creen que lo pueden resolver mejor. Ese capital se usa para formar una compañía que pueda crecer, escalar y llegar a otros países.
Por su parte, el Capital Emprendedor se busca para escalar, contratar gente, armar mandos medios, retención de talentos, una vez que el emprendimiento construyó su producto, tiene sus primeros clientes y comienza a crecer. En este caso son rondas Serie A con montos que superan el 1 millón de dólares.
De acuerdo con el último estudio de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP) y Microsoft for startups, en Argentina, durante el año pasado se invirtieron en Capital Semilla US$ 14,1 millones en 39 transacciones y en Capital Emprendedor unos US$ 400,2 millones en 51 transacciones.
“La cantidad de transacciones viene creciendo tanto en capital emprendedor como semilla, cayó un poco en 2022, pero tiene un nivel sostenido respecto a años anteriores”, afirmó Lorena Suárez, presidenta de ARCAP.
“Para nosotros, que no se haya afectado el nivel de financiamiento de startups en estadíos tempranos es muy bueno, porque habla de una continuidad de una industria y de un ajuste propio del mercado global. La mayor parte de las inversiones de Capital Semilla se concentran en emprendedores de biotecnología y fintech. En Capital Privado prevalece fintech sobre biotecnología”.
En Argentina, la actividad inversora predomina en CABA y provincia de Buenos Aires. "No es menor el proceso de federalización en cantidad de emprendimiento en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Salta y Mendoza, donde el movimiento de talento emprendedor comienza a generar fondos".
Suárez destaca que los emprendedores argentinos construyen soluciones para ayudar a las empresas en procesos de digitalización. “Vemos 23-25% para consumidores y el resto para empresas”, afirma.
“Observamos que el 38,9% de las rondas fueron para startups que también tienen impacto positivo en social o ambiental, además del retorno económico. Otro punto importante para destacar es que en 2022, el 39% de los equipos fundadores son diversos, con al menos una mujer”, agregó la presidenta de ARCAP.
En el contexto de América Latina, dependiendo del año, Argentina se ubica en el puesto dos o tres en el ranking de países en emprendimientos y, en cantidad de inversiones, está entre el tercer y cuarto país, donde se inserta Colombia.
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“Los grandes países son Brasil, con la mitad de los unicornios, y México, que ha crecido mucho en cantidad de emprendimientos de alto valor y fondos en startups. A ellos se agrega Colombia en inversiones”, indica Suárez.
"En aquellos países donde hay capital emprendedor y capacidad de desarrollar tecnología, vamos a empezar a ver muchos emprendimientos de mucho valor, porque cada vez más se pone de manifiesto que el talento emprendedor y la tecnología resuelven los inmensos problemas de la región y el capital lo va a buscar", agrega.
Momento de inversión
Mariano Amartino, director de Microsoft for Startups para Américas comentó que “estamos en un punto donde escalar una startup es mucho más accesible de lo que era antes. Gracias a más acceso a plataformas, conectividad y mayor tasa de usuarios, en este contexto escalar es la meta principal de un negocio. Y es ahí donde Microsoft for Startups busca sumar valor. Las soluciones que brindamos abordan dos dificultades como son el acceso a clientes y a especialistas técnicos".
"Nuestro objetivo es trabajar junto a los startups aprovechando nuestras ventajas: escala global, relaciones con clientes, acceso a expertos técnicos, un equipo de ventas extenso y nuestro ecosistema de socios”, agregió
Teniendo en cuenta las características del contexto argentino y las necesidades de los emprendedores, Microsoft for Startups ofrece herramientas para los proyectos nativos digitales y los equipos que quieran transformar el ecosistema de startups. En ese sentido, Founders Hub es una plataforma disponible para cualquier persona que quiera llevar adelante una idea.
La plataforma tiene tres características clave. La primera es impulsar la innovación en el ecosistema, eliminando las barreras de acceso. Es decir, requiere que las startups estén respaldadas por un inversionista para registrarse y acceder a los beneficios.
La segunda son mayores beneficios tecnológicos, donde Microsoft ofrece la flexibilidad de trabajar con su tecnología a medida que definen sus negocios. Las startups que recién estén comenzando pueden obtener un crédito de hasta US$ 150.000 de Microsoft Azure, así como acceso gratuito a GitHub, Microsoft 365, etc.
La última clave es el acceso a mentoría y capacitaciones, es decir que cualquier persona podrá acceder a asesoría técnica 24x7; capacitarse de forma gratuita con cursos de Microsoft Learn y acceder a la Red de Mentores global para conexiones y networking con colegas, asesores y otros emprendedores en cualquier parte del mundo.
El futuro de las inversiones para startups
Sobre lo que viene, Suárez explica que “cuando hay más capital disponible, los emprendimientos pueden tomar más riesgos y animarse a priorizar el crecimiento a la rentablidad. En momentos que el capital está menos disponible, con una visión de largo plazo y construir valor, van a tomar decisiones mirando más la sustentabilidad y supervivencia”.
Por ello estima que “el comportamiento y la cantidad de inversión que vimos en 2020 y 2021 probablemente se desaceleren en los próximos años. El concepto global influye más que la coyuntura local”.
LM / ED
