ECONOMIA
A CASI DIEZ MESES DE GESTIÓN

La inflación argentina todavía se mantiene como la más alta del mundo

El índice de precios acumula una suba del 94,8% de enero a agosto, por encima de los países con mayor índice de inflación del mundo. En términos interanuales, Argentina superó por casi 200 puntos porcentuales al Líbano y a Venezuela. Economistas estiman que si bien la inflación puede bajar en 2025, es poco probable que lo haga según las proyecciones del Gobierno.

Inflación
La inflación acumulada en agosto por año. | Infografía: G.P.

En la presentación del Presupuesto 2025 el presidente Javier Milei afirmó: “No es casualidad que hayamos vivido con una inflación exorbitante durante el último siglo, habiendo terminado el año 2023 con la inflación interanual más alta del mundo, por encima de Venezuela y el Líbano”. Pero, a nueve meses de su gestión, la situación es la misma. Argentina lidera el ranking mundial incluso por una diferencia mucho mayor que la que se registraba en diciembre de 2023 con el resto de los países de la lista.

Ese mes el dato interanual arrojó un porcentaje de 211,4%, efectivamente por encima de Venezuela (193%) y Líbano (192,2%). En agosto de este año el 236,7% interanual que presentó Argentina superó con creces a los mismos países: en el caso de Venezuela el índice de precios registró una variación interanual del 52%, y Líbano del 35,4%, 200 puntos porcentuales debajo del número argentino. En términos de inflación acumulada Argentina también rompe récords: la inflación del 94,8% no solamente supera a la de estos dos países, sino que además es la mayor variación en el mismo periodo en al menos dos décadas. En agosto de 2023, por ejemplo, los precios habían subido 80,2% de enero a agosto, 14 puntos menos que este año. Salvo en los casos de Siria que, para abril, según los últimos datos de los que se tiene registro, tenía una inflación interanual del 120% en agosto; y el de Sudán del Sur, con una inflación del 107% en agosto de este año respecto a agosto de 2023; la variación de los últimos ocho meses en Argentina supera a todas las variaciones anuales del mundo.

Para el economista Camilo Tiscornia esto se explica principalmente por los altos índices de los primeros meses del año. “Este año vamos a terminar con una inflación que va a estar en el orden del 120%. Aunque ese 120% es un tanto engañoso, porque arrancaste con una inflación muy alta en los primeros meses del año y después fue bajando hasta el 4%”, afirmó a PERFIL.

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Lo cierto es que, por ahora, y con estos valores, Argentina lidera el ranking. La inflación de Zimbabue, que desde hace varios años experimenta altas tasas de inflación, es la cuarta en la lista: la variación interanual de precios llegó al 57,5% en agosto. Hasta 2022 ocupaba el tercer lugar, después de Venezuela y Sudán del Sur.

El quinto lugar lo ocupa Venezuela: en agosto la inflación fue del 2,8%, lo que en términos interanuales significó un aumento del 52%, según el Observatorio Venezolano de Finanzas. La tasa acumulada entre enero y agosto se ubicó en 26,1%, casi 70 puntos por debajo de Argentina para el mismo periodo.

En 2022 la inflación interanual de este país fue del 305%, una cifra que se redujo al 193% en 2022. El Observatorio explica esta caída por la reducción de los salarios de los trabajadores. “Los salarios reales para los empleados públicos han caído dramáticamente en los últimos años, lo que ha reducido la capacidad de compra de los consumidores”.

El sexto puesto lo ocupa Turquía: en agosto, según el Instituto Estadístico Turco (Turkstat), presentó una suba de precios del 2,47%, lo que a nivel interanual se tradujo en un incremento del 51,7%. Le siguen en el ranking interanual Líbano (35,4%), Malawi (33,9%), Nigeria (32%), Irán (31,6%) y Cuba (30,8%).

Para el año 2025 el presupuesto presentado por el Gobierno pretende estar por debajo de todos estos índices, ya que estima una inflación del 18,3%. Hasta ahora, las proyecciones más optimistas están lejos de ese número.

En este sentido, Tiscornia agregó que, si bien es factible una baja fuerte para 2025, “llegar al 18% que propone el Gobierno es un poco ambicioso. Se puede bajar desde el 120% de este año, pero llegar al 18% por ahora lo veo un poco lejano”, concluyó.

Para finales de este año las proyecciones del Gobierno también son bajas. “Para que se dé el 104,4% de inflación para diciembre, habiéndose ya acumulado 94,8% hasta agosto, en los últimos 4 meses del año debería aumentar el IPC un promedio de 1,2% mensual, cuando lo que estamos viendo es que en los últimos cuatro meses la inflación núcleo se estancó en el 4% mensual”, explicó a este medio Francisco Eggers. “Si se lograra el 18,3% anual de 2025 (promediaría 1,4% mensual), no sería un logro, sino un retroceso (comparado con el freno a la inflación proyectado para los últimos meses de este año); pero no me parece probable”.

Para que la inflación baje significativamente en 2025, opinó, deberían darse dos situaciones: “que no se recupere el actual atraso cambiario” y que “se prolongue o se profundice la recesión”, ya que “una reactivación de la producción debería estar impulsada por la demanda interna, que estimularía esa mayor producción, pero al mismo tiempo le daría oxígeno a la inercia inflacionaria”. Además, sintetizó Eggers, “una reactivación presionaría sobre la escasez de divisas, al hacer aumentar las importaciones. Esta escasez amenaza la estabilidad cambiaria, lo que genera dudas sobre la capacidad del Gobierno de mantener o profundizar el atraso cambiario”.

En el mismo sentido Martín Kalos, de la consultora EPyCA, afirmó que “una desinflación tan rápida presupone una devaluación del dólar oficial”, por lo que la pregunta que cabe hacerse es qué va a pasar con el cepo: “su final llevaría a una devaluación”, explicó. Por lo tanto, consideró, aunque es muy probable que la inflación baje, “es muy difícil que lo haga a esos niveles”. 

Sin embargo, “eso no significa que siga bajando demasiado ni que sea un sendero sostenible de desinflación, pero está claro que se revirtió parte de la gran aceleración inflacionaria de fines del año pasado”.

El economista Hernán Letcher agregó que la proyección para fin de año implica una inflación mensual del 1,2%, “lo cual es francamente falso y hace que el piso del inicio del año para el presupuesto sea engañoso”. La cuestión de la evolución del dólar también es, a su criterio, fundamental: “la economía argentina está atravesada por la dinámica del dólar, y el presupuesto prevé que no va a haber devaluación. Lo que no se entiende es cómo vas a hacer que la actividad económica crezca 5% en la situación apreciada de hoy”.

Otra cuestión con impacto en el IPC de 2025 es la de los precios regulados. “Todavía hay una curva de regulados que para la mirada del Gobierno sigue estando atrasada: ellos referencian a marzo del 2019 como el punto al que hay que llegar. Si yo comparo con marzo del 2019 todavía transporte, luz, gas, agua, prepagas y comunicaciones están bastante atrasadas”, concluyó.