MODO FONTEVECCHIA
CRISIS ECONÓMICA

Camilo Tiscornia: "El problema del cepo son 34 billones de pesos barridos bajo la alfombra"

El economista aseguró que el Gobierno tuvo un buen diagnóstico de la situación del país: "Resolvió rápidamente la situación fiscal y licuó la deuda del Banco Central".

Camilo Tiscornia
Camilo Tiscornia | Gentileza prensa Camilo Tiscornia

Camilo Tiscornia afirma que cualquier plan de estabilización exitoso incluye la "eliminación del déficit fiscal" y aseguró que llevará tiempo terminar con los aumentos de precios. “Todavía queda inflación barrida bajo la alfombra por parte del gobierno anterior”, aseguró el economista en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Camilo Tiscornia es economista, máster en Economía por la Universidad Di Tella, director de la consultora CYT Asesores Económicos y especializada en análisis macroeconómicos. Además, dicta clases de macroeconomía a nivel de grado y posgrado en la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA.

¿Cuál es la consistencia de la macroeconomía que está llevando adelante el gobierno de Milei?

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No se puede analizar lo que está haciendo el Gobierno en el vacío. Hay que hacerlo considerando la circunstancias en la que asumió, es decir, una macroeconomía muy desordenada, una enorme cantidad de precios pisados para contener artificialmente la inflación, entre ellos el tipo de cambio, y un desorden fiscal basado en la emisión monetaria. Ese es el problema que se arrastraba e implica que Argentina no crezca desde hace más de 13 años. 

En ese contexto, era muy difícil que los salarios reales pudieran crecer y así mejorar el bienestar de la población. El Gobierno tuvo un buen diagnóstico y resolvió rápidamente la situación fiscal y estimó que otro problema grave que dejó el gobierno anterior es la deuda del Banco Central, una enorme emisión de dinero escondida en el sistema económico, y optó por resolver ese problema persistiendo con el cepo y licuando esa deuda para tener un nivel sostenible. 

Se corrigieron los atrasos de tipo de cambio que eran brutales, también se empezaron a corregir las tarifas de servicios públicos, algo que todavía es una cuenta pendiente, y se liberaron precios que estaban artificialmente contenidos. Creo que esto era necesario, obviamente el costo ha sido un salto muy grande de la inflación, una caída del poder adquisitivo, y una economía que ingresó en recesión de la cual podría haber tocado el piso entre marzo y abril.

Domingo Cavallo había advertido que una parte de la inflación no es monetaria, sino inercial, y que aún con déficit fiscal cero la inflación puede seguir creciendo, algo que pasó numerosas veces en el país. Él aclaró que va a ser muy difícil perforar la meseta del 5% de inflación mensual. ¿Cuál es su opinión sobre ese punto?

Hay toda una discusión respecto a qué sería un buen plan antiinflacionario y muchos dicen que el Gobierno no tiene un plan de estabilización. Me parece que no es una buena discusión y que todo queda en las palabras. Cualquier plan de estabilización que haya tenido éxito incluye la eliminación del déficit fiscal y la prohibición del financiamiento del déficit fiscal por parte del Banco Central

El Gobierno está dando un paso muy importante con la parte fiscal. Lógicamente, no es fácil cortar la inflación de un día para otro, y menos, cuando todavía queda inflación barrida bajo la alfombra por parte del gobierno anterior. Todo lo que implica tarifas de servicios públicos está muy lejos de llegar a una situación normal. Los ajustes han caído sobre un porcentaje de la población muy pequeño y todavía  sigue habiendo un pago importante de subsidios por parte del Estado. 

En la medida que se quiera reducir eso, habrá inflación. Coincido con Cavallo en que será difícil que la inflación llegue a niveles internacionales de forma rápida e inmediata. No sé si el piso será del 5%, lo que estamos viendo en el mes de mayo es que puede estar por debajo de ese número, pero será difícil que la inflación baje a la velocidad a la que viene bajando en los últimos meses. La clave va a ser que se persista en el ajuste fiscal.

Hay una discusión entre distintos economistas acerca de si realmente tenemos una reducción del déficit, o si la reducción es financiera pero no del déficit fiscal devengado ya que el Gobierno decidió no pagar las importaciones o la deuda con CAMMESA, por ejemplo.

Los datos muestran que en abril hubo superávit devengado. No es un tema de opinión. Más allá del superávit de base caja, en abril, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, hubo superávit devengado y es probable que se repita en mayo. Esa discusión quedó para los primeros meses del año donde lógicamente hubo un juego con los pagos base caja, eso no es sostenible, pero no es lo que marcan los datos oficiales.

¿Cómo se computan las deudas en ese caso?

La deuda ya existía. No hay un problema de flujo porque no estoy generando deuda nueva. 

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¿Ve consistente la sustentabilidad del superávit fiscal devengado?

El Gobierno está siguiendo etapas. Evidentemente notó que tenía que reducir el déficit fiscal bastante rápido. Uno podría discutir si se pudo haber hecho de forma más gradual, pero creo que el Gobierno aprendió de lo que le ocurrió a Mauricio Macri que hizo una liberación financiera más veloz y fue más gradual con el ajuste fiscal. 

Este gobierno hizo las cosas al revés: está haciendo mucho más gradual la liberación financiera y fue mucho más rápido con la cuestión fiscal. En ese arranque hubo un manejo con los devengados, pero eso se ha ido corrigiendo por lo que muestran los datos oficiales. Para que se consolide todo esto, se requiere de la Ley Bases y reponer el impuesto a las ganancias que sacó el gobierno anterior por el famoso "Plan Platita". En la medida en la que pueda recaudar este impuesto, que puedan haber más recaudación por derecho a exportaciones, y si se sigue con la recomposición de las tarifas que bajan los subsidios, creo que hay chances de poder consolidar ese ajuste fiscal, más allá de que alguien podría considerarlo como brusco o poco prolijo en el arranque.

Alejandro Gomel: ¿Estamos cerca de una apertura del cepo?

Creo que todavía falta. Al cepo hay que abrirlo lo antes posible, pero hay que hacerlo en condiciones de cierta seguridad. Para poder salir del cepo, hay un problema de 34 millones de dólares, que equivalen a 34 billones de pesos, y que están barridos bajo la alfombra del Banco Central. Si se liberan todas las restricciones cambiarias, nadie tiene claro cuánta de esa plata se iría a comprar dólares. Con que fuera sólo una parte, igualmente el impacto sobre el tipo de cambio sería muy importante. 

Este es un problema de exceso de dinero creado por el gobierno anterior que el sistema económico va a tener que purgar de algún modo. O lo hace violentamente con la liberación del tipo de cambio, o se purga como hasta ahora, o se purga con un plan Bonex, como se hizo en el 89. El problema existe y hay que resolverlo. 

El Gobierno, manteniendo el cepo, va haciendo una combinación de distintas cosas. De alguna forma se licua, porque la tasa de interés que paga es menor que la inflación, se ofrecen los Bopreal para los importadores, con el cual se patea la deuda, y ahora se van a ofrecer letras del Tesoro para tratar de ir estirando los plazos. El sustituto a esto sería contar con 30 mil millones de dólares que hoy no tenemos.

Claudio Mardones: ¿Impactará en el plan de estabilización una demora en la Ley Bases?

El impacto no va a ser para el Gobierno de Javier Milei, va a ser para el país. Si empiezan las dudas y se descalabra la situación financiera, no sólo la va a pasar mal el presidente. La situación financiera es muy delicada y si queremos resolver el problema de la Argentina que no crece, de la gente que gana cada vez menos porque el PBI cae de manera sostenida, se requiere otro compromiso de la clase política respecto a lo que piensa hacer en materia económica

Se podrá discutir varias de las cosas que el Gobierno propone en la Ley Bases en el DNU, pero es un intento de cambiar la economía para que sea más moderna, flexible e impulse al sector privado. La apuesta es a que la clase política entienda que ese es el camino para desandar lo que se hizo en los últimos años y que no dio resultado. Si eso no camina, lógicamente todo se va a complicar. 

De todas formas, el Gobierno ha mostrado que, aun cuando no tiene apoyo, hace todo lo necesario para mantener el equilibrio fiscal. El hecho de que siga habiendo superávit en medio de esta tormenta financiera, más allá de que se haya conseguido de un modo tosco, es importante y permite que baje la inflación y las tasas de interés.

ADP FM