Tras conocerse el Índice de Precios al Consumidor de abril, del 8,8%, el Banco Central dispuso una nueva baja de la tasa de interés nominal anual (TNA) al 40%, equivalente a una efectiva anual (TEA) del 49,15%. Se trata de la tercera reducción en lo que va de mayo y la sexta desde que asumió Javier Milei, lo que le quita relevancia y peso a los plazos fijos, tradicionalmente la opción más utilizada por los ahorristas.
Según Leo Anzalone, fundador del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), con esta rebaja "el plazo fijo quedaría en 30% TNA, lo que es una tasa efectiva del 34,5%, es decir una tasa mensual del 2,5%", muy por debajo del IPC actual y de, incluso, las estimaciones a futuro, con un REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) del BCRA que lo ubica en un piso superior al 5% mensual en lo que queda del año.
Por ello, los argentinos exploran otras opciones para proteger sus ahorros, especialmente en un contexto económico recesivo que ha erosionado significativamente el poder adquisitivo en los últimos meses, y hacer valer cada peso.
¿En qué conviene invertir tras la baja de tasas?
Para la analista de mercado, Elena Alonso, del Grupo Broda, "los bonos CER y LECAP largos no están para nada mal", al tiempo que remarcó que, estos últimos, están teniendo una tasa de interés del 3%, que, aunque parezca menor en líneas generales, aseguró que, en comparación a la tasa de los instrumentos tradicionales, en el corto plazo van a quedar "bastante por arriba".
"Lo que hoy nos parece rendimientos bajos, nos van a parecer altos dentro de un mes. No creo que el Banco Central termine con esta perspectiva de bajar 10 puntos puntos porcentuales cada vez que se informa la inflación", argumentó, en diálogo con PERFIL.
Mientras que los bonos CER de largo plazo, tales como el TX26 y TX28, representan una opción atractiva para los inversores, ya que ofrecen rendimientos vinculados a la inflación.
En este esquema, el inversor otorga fondos al emisor para financiarlo, y a cambio, este último se compromete a reembolsar el capital junto con los intereses acordados. Esta alternativa resulta especialmente atractiva en países con elevadas tasas de inflación, como es el caso de Argentina.
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Por otro lado, le recomendó, a aquellas personas trabajadoras con unos 'puchitos' de ahorros que buscan invertir y resguardar, que "apuesten" a Fondos Comunes de Inversión (FCI) y bonos soberanos, que acumularon subas del 10% promedio en el pasado mes de abril.
Mientras que, para aquellas con mayor capital, aconsejó invertir en acciones argentinas, así como en Obligaciones Negociables (ONs), como las que ofrecen Pampa Energía, YPF y Pan American Energy, entre otros, y bonos soberanos en dólares.
También en CEDEARs, que son activos o títulos que cotizan en el mercado local, y que se pueden adquirir en pesos, y que representan una fracción de un activo que cotiza en el extranjero en dólares.
Por su parte, el economista y asesor de empresas y negocios, Salvador Di Stefano, coincidió en el análisis al sostener que "con el correr de los meses, el gobierno seguirá arbitrando a la baja la tasa de política monetaria, y esto traerá consigo menores rendimientos en los depósitos a plazo fijo tradicionales".
Y en este contexto, así como en un marco de "dólar planchado", considera que el "reinado en el mercado" lo están teniendo "los instrumentos ajustados por inflación".
Tal como indicó, el bono TX26, denominado en pesos y ajustado por el IPC, tiene un valor técnico actual de $1.532,2, mientras que su valor en el mercado es de $1.727, lo que representa una paridad del 112,7% y una tasa interna de retorno negativa del 5,2% anual.
Otro caso que consideró "atractivo" es el del bono TX28, que presenta características similares, tiene un valor técnico de $1.531,82 y un precio de mercado de $1.709. Su paridad se sitúa en el 111,6%, con una tasa interna de retorno negativa del 2,2% anual.
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