Las conductoras de camiones son sólo el 4% en la Argentina según la Secretaría de la Mujer del sindicato de Camioneros, dentro de los distintos rubros y áreas como logística, correo, caudales, recolección y reparto de diarios y revistas.
El estudio Women in trucking (mujeres en el transporte por camión) señala que en Estados Unidos la participación de mujeres llega al 5% mientras que es del 3% en Suecia, 2% en el Reino Unido y 1% en Dinamarca.
“Las empresas tienen que dar oportunidades”, explica Laura Córdoba, titular de la Secretaría de la Mujer, que trabaja además con capacitaciones, prevención de la violencia y la trata. “En salario no nos sentimos discriminadas porque cobramos lo mismo que los hombres”, remarca Córdoba.
“El problema es que las grandes empresas de transporte nos discriminan”, explica Alejandra Aguirre. Es una de las conductoras egresadas del Curso de Chofer Profesional en la Fundación Profesional para el Transporte. “También hay compañeros que te aceptan, pero te encontrás con hombres que te mandan a lavar los platos”, agrega. Pese a las dificultades, consiguió trabajo en Flechalog, una empresa que hace envíos postales.
Anahí Roxana Ricardo también hizo el curso de conductora profesional y antes se capacitó con la ayuda de una empresa de transporte de Tandil, San Sisto. Pero como no conseguía que las grandes empresas la contrataran, en febrero de este año pudo comprar su propio camión. “Hay muchas mujeres interesadas en ser camionera, pero las empresas te discriminan”.
Las dos conductoras tienen una historia similar. Empezaron a trabajar como acompañantes o ayudantes de sus maridos. “Yo me quería independizar para tener mis propios ingresos”, explica Aguirre.
Una de las referentes en el sector es Andrea Paredes, hoy instructora de manejo de camiones en Volvo y quien trabajó más de 20 años como camionera y formó marte de la flota del corredor Marcos Di Palma. “Ser responsable en diversidad de género no significa contratar mujeres o tener una cuota mínima sino afrontar el desafío de contratar mujeres en posiciones que históricamente han sido exclusivas de hombres”, explica Alejandra Vago, gerente de Recursos Humanos de la automotriz sueca.
Hoy los vehículos son mucho más tecnológicos y el argumento de que hay que tener fuerza se cae, según explican en Volvo. Sin embargo, las conductoras remarcan que “no todo el mundo tiene los últimos modelos. “Cuando hay nieve, lluvia, hay que tener las precauciones”, agrega Aguirre.
Entre los problemas generales, además, todas coinciden en que muchas veces no hay instalaciones para mujeres: no hay duchas, vestuarios e incluso baños en algunos paradores, o incluso en las terminales portuarias. “Lo sufren más las que trabajan con cereales. Una vez que entrás al puerto no podés salir y podés estar ahí esperando para descargar incluso días”, detalla la conductora de Tandil.
La solidaridad con las mujeres es escasa, según Anahí: “Si yo tengo que engrasarme para cambiar un neumático, lo hago. Aprendí a hacerlo sola porque no hay solidaridad con el que empieza. Hay que pagar todo el derecho de piso. Como a mí nadie me enseñó, lo que aprendí se lo enseño a otras personas, sobre todo los más jóvenes”.
Violencia y trata
La agenda de la Secretaría de la Mujer de Camioneros es variada pero muchas acciones se dirigen a combatir la violencia y la trata de personas. “Sin clientes no hay consumo, no hay trata. Ese es el mensaje que les transmitimos a todos los afiliados. Son ejes centrales en un sindicato donde hay muchos varones”, explica Laura Córdoba, a cargo del área. “Trabajamos en el ámbito del Consejo Nacional de la Mujer, con la Casa del Encuentro. Estamos formando grupos de prevención en las empresas, no sólo por la violencia en el ámbito laboral sino particular”, agrega Córdoba.