El ministro de Economía Martín Guzmán proyectó un dólar a 102,40 pesos hacia fin de año, al tiempo que brindó distintas definiciones sobre la política macroeconómica. En línea con el presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones ordinarias, consideró que la inflación es "un problema multicausal", que se ve afectado por la incapacidad histórica de la Argentina de generar divisas, el problema fiscal y los comportamientos de los participantes del mercado cambiario.
"En octubre del año pasado la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y el paralelo creció hasta entre un 130% y 150%. En ese momento muchos marcaban que iba a haber una devaluación y nosotros dijimos que no, porque no hay nada más regresivo que un salto abrupto en el tipo de cambio oficial", dijo el ministro en declaraciones a A24.
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Guzmán se refirió a la brecha cambiaria entre los distintos tipos de cambio en un contexto de la pandemia: "Teníamos instrumentos para dar vuelta esa situación, que habíamos utilizado para lidiar con la parte más dura de las restricciones a la circulación", manifestó el académico.
"En los últimos cuatro meses, la brecha cambiaria bajó de un 130% a un 60%. El Banco Central viene comprando reservas desde diciembre. Tenemos el control de la cuestión cambiaria", aseguró.
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"La tasa de depreciación del peso con respecto al dólar va a estar entre el 24 y 15 por ciento y esos es consistente con los objetivos de inflación y es que se vaya reduciendo en forma gradual y persistente", dijo el ministro y proyectó: "El objetivo es que a diciembre de 2021 el tipo de cambio en promedio en el mes esté a 102,40 pesos".
Guzmán citó al presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones sobre el problema inflacionario. "Nosotros consideramos que la inflación es un problema multicausal, que tiene que ver con distintos desequilibrios: el problema que ha tenido el país durante mucho tiempo para generar divisas, el problema fiscal y con cuestiones de comportamientos que se dan en una economía", expresó el economista.
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"La coordinación de los que participan en el mercado es mucho más compleja que en una economía que no tiene inflación, entonces puede pasar que a la hora de remarcar precios estén mirando una expectativa que lleve a remarcar precios más de lo que la macroeconomía diría", manifestó el ministro quien a su vez mencionó que además de exportar hay que fortalecer al mercado interno .
"Hay una parte que es la más importante para atacar la política inflacionaria que es la política macroeconómica que debe estar orientada a la recuperación de la economía, con generación de trabajo y aumento del poder adquisitivo del salario".
Al mismo tiempo, Guzmán consideró que "hay que ir resolviendo todos los desequilibrios" y propuso que el país "exporte más, porque cuando crece la producción demanda más productos importados y tenemos problemas".
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En cuanto a los problemas fiscales, el ministro expresó que "un Estado fuerte es aquel que tiene una moneda robusta y que tiene crédito fortalecido" e indicó que para eso se necesita una "posición interna sólida y una externa sólida".
Martín Guzmán señaló que "hay que alinear expectativas" con los distintos sectores para que las políticas de precios e ingresos estén alineadas. En esa línea, analizó que en una economía como la Argentina "proyectar es complejo", pero que buscan un entendimiento con los productores.
Sobre el control de precios, el ministro advirtió que se hace para detectar irregularidades y cuestionó: "¿Es precios cuidados la política antiinflacionaria? No, lo es la macro. Tener precios cuidados te da una referencia con otros precios de la economía", analizó Guzmán.
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Consultado sobre el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el discurso de Alberto Fernández ante la asamblea legislativa, el encargado de la cartera económica nacional expresó que "el Fondo es cómplice de lo que pasó" y lanzó que "fue un préstamo político a costas del sufrimiento del pueblo argentino". Sin embargo, aclaró que "hay respeto" con el organismo para alcanzar un acuerdo.
La cita a Tolstoi
"Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera", citó el ministro de Economía Martín Guzmán a la novela Ana Karenina de León Tolstói para explicar el problema de la inflación relativa en las economías del mundo.
"Todos siguieron caminos propios y diferentes", explicó Guzmán en términos comparativos y aseguró que "nosotros debemos seguir nuestro propio camino" para "tranquilizar la economía".
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De esta manera, el economista propone "generar trabajo en todos los sectores de la estructura socio demográfica". Una "economía tranquila es una que es dinámica y agrega valor", aseguró y enumeró, por último, que sea "estable, con lo cual nuestra gente no vive en un ambiente de angustia y distribuye las oportunidades a lo largo de nuestro territorio y que protege nuestra soberanía", cerró.
CI/FL
