La cadena agroindustrial podría, en el mediano plazo, aspirar a un crecimiento de las exportaciones del 74% e incrementar el saldo comercial a USD 35.000 millones, lo que implicaría un aumento del PBI aproximado del 10% y una mejora en la recaudación impositiva de USD 5.000 millones, incluso luego de la eliminación de los derechos de exportación. Los datos se desprenden de un relevamiento sobre el sector que realizó la consultora EY durante el primer trimestre del año e incluyó a más de 50 lideres y referentes.
Lo que también aclara el estudio es que, para alcanzarlo hay que hacer algunos ajustes no menores, como avanzar en una agenda centrada en la competitividad, con perspectiva de cadena e incorporando innovación y tecnología.
Cómo dato ilustrativo vale considerar que la cadena agroindustrial representa actualmente el 17% del PBI, más del 50% de las exportaciones, el 14% de las empresas y el 19% de la fuerza laboral de nuestro país.
El estudio de EY dejó en evidencia un estancamiento productivo de la cadena tras largos períodos de volatilidad macroeconómica, políticas microeconómicas ineficientes y fallos de coordinación entre los diferentes nodos internos y externos.
"La producción del 2022 (último período relevante elegible) fue equivalente en precios constantes a la del 2010, la participación de las exportaciones en el mercado mundial en 2022 fue equivalente a la de 2002 y el crecimiento de las exportaciones fue tres veces menor a la de Brasil", asegura el informe.
Lo que venga para la cadena agroindustrial puede ser muy bueno, pero si se hacen algunos ajustes
Más allá del diagnóstico actual, las conclusiones del análisis de EY revelan un futuro optimista.
"De avanzar en una agenda centrada en la competitividad, con perspectiva de cadena e incorporando innovación y tecnología, el sector podría en el mediano plazo aspirar a un crecimiento de las exportaciones del 74%, un incremento en el saldo comercial de USD 35.000 millones, un aumento del PBI aproximado del 10% y una mejora en la recaudación impositiva de USD 5.000 millones (incluso luego de la eliminación de los derechos de exportación)".
“El sector debe focalizarse en un conjunto de iniciativas estratégicas, entre ellas el desarrollo de una agenda integral de mejora de la competitividad, el desarrollo de una infraestructura logística y tecnológica más eficiente y la instrumentación de una serie de iniciativas relacionadas a la innovación y transformación digital. A su vez, no alcanzará con la transformación de cada una de las empresas, el éxito demandará esfuerzos colectivos articulados entre actores de la cadena que permita disminuir ineficiencias de coordinación”, señaló Matías de San Pablo, socio a cargo de Estrategia de EY en la Argentina.
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“La Argentina tiene un potencial mucho mayor si entendemos los factores que originan debilidades competitivas y los abordamos coordinadamente entre los distintos actores de la cadena. La normalización del contexto macroeconómico y la mejora del marco regulatorio van generando condiciones más favorables para la inversión y reduciendo los costos de crear y desarrollar negocios desde nuestro país”, agregó el socio de EY Argentina.
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