La fuerte competencia que la ganadería experimenta en los últimos años por el recurso de la tierra obliga a mejorar la eficiencia. Para obtener etanol, el grano se procesa y se mezcla con levadura para convertir el almidón en alcohol y dióxido de carbono. El etanol se separa por destilación y el líquido restante se centrifuga para eliminar un poco de agua. Los residuos de este procedimiento se denominan granos húmedos de destilería y, por lo general, contienen 65% a 70% de humedad y la mayor parte de la fibra, grasa, proteína y minerales que se encuentran en los granos utilizados originalmente.
Pero su consistencia, parecida a la melaza, dificulta su manipulación en alimentación. No obstante, los residuos del destilado con incorporación de solubles (DDGS) poseen algo más de energía metabólica y son los más recomendables para reemplazar al grano de maíz o, en algunas ocasiones, a las harinas de soja.
Los subproductos del etanol pueden salir al mercado tanto húmedos (65%-70% de humedad) como secos (10%-12%). A nivel internacional se los conoce con las siglas en inglés: WDG y DDG, en caso que sean húmedos o secos, respectivamente. Si contienen los solubles se los denomina como: WDSG/DDSG.
Estos contienen muchos lípidos y además, al igual que el gluten meal, la fracción proteica es de baja degradabilidad ruminal, comparativa a las clásicas harinas de soja.
Debido a sus características nutricionales hay que considerar que se trata de materiales poco estables y con alto riesgo de descomposición. Deberían ser almacenados apropiadamente.
No son productos que puedan permanecer a la intemperie muchos días sin deteriorarse. No obstante, si estos residuos se deshidratan con calor son más estables, pero puede correr riesgo la digestibilidad duodenal de la proteína.
Para ganado bovino de carne, se pueden obtener muy buenos resultados de reemplazo de maíz tomando ciertas precauciones para un adecuado balance. Cuando se lo utiliza húmedo y prefermentado sobre dietas “secas” los reemplazos pueden llegar hasta entre 50% y 60%, siempre que no se supere el 20%-22% total de la dieta y respetando los límites de lípidos. En dietas más húmedas, que además son ricas en concentrados y poseen escasos niveles de fibra efectiva (raciones con silaje de maíz húmedo o con mucho grano; pastos muy tiernos y acuosos y con baja relación forraje/concentrado), los reemplazos deben ser mucho menores.
*Ingenieros agrónomos.