Los precios de los alimentos volvieron a acelerarse en la cuarta semana de octubre y complica los planes del Gobierno para que la inflación continúe el proceso de desaceleración en el décimo mes del año, que las consultoras privadas estiman rondaría en torno al 3% y que el equipo económico anhela comience con un 2 adelante.
Un relevamiento de la consultora LCG mostró que los Alimentos y Bebidas se incrementaron 1,7%, el valor más alto desde la primera semana de julio, que arrojó 1,8%. La suba promedio mensual se ubicó en 2,3% y en la medición punta a punta, en 3,3% de las últimas cuatro semanas, lo que implicó una aceleración de 1,3 puntos porcentuales.
“Los sensibles aumentos de Lácteos y Bebidas explicaron el 70% de la inflación semanal”, indicó el reporte de LCG. Los productos que más aumentaron fueron: frutas (5,7%), productos lácteos y huevos (4,6%), bebidas e infusiones para consumir en el hogar (4,2%).
De esta manera, la suba de precios en Alimentos y Bebidas pone tensión al índice de octubre, ya que este rubro es el de mayor ponderación dentro del IPC y que había subido en los últimos meses por debajo del nivel general. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central proyecta que se ubicaría en 3,4% en el décimo mes del año y complica los planes del equipo económico para que comience con un 2 adelante.
La inflación quebró un piso clave del 4% en septiembre, nivel que se había asentado desde mayo, con un 4,2%. Luego se ubicó en el 4,6% en junio, 4% en julio y 4,3% en agosto.
Al respecto, el presidente Javier Milei dijo en radio Mitre: “Como yo tengo una tasa de devaluación del 2% mensual, más la inflación internacional, yo tengo una inflación inducida del programa del 2,5%. El último dato me dio un 3,5%, lo que quiere decir que la inflación inducida del programa es del 2,5%. El último dato me dio un 3,5%, lo que quiere decir que la inflación remanente es de 1%”.
Sostuvo como condición necesaria para levantar el cepo que esa “inflación remanente” se ubique en el 0%. Es decir, cuando el IPC diera 2,5%.
Por otra parte, y de la mano con una desaceleración del índice, los salarios volvieron a crecer en términos reales en agosto, aumentaron en promedio 5,7% frente a una inflación que fue del 4,2%. Sin embargo, el consumo todavía no repunta, algo que podría marcar el termómetro que el poder adquisitivo aún no se recupera.
“Probablemente esté jugando muy fuerte el factor de la heterogeneidad salarial. No todos los sectores reciben incrementos salariales de la misma magnitud. Además, para responder a esa ‘sensación’, presumiblemente se puede apelar a que muchas familias están endeudadas y con gastos postergados, por lo que no ‘sienten’ la mejora”, explicó Leo Anzalone, economista y director del Centro de Estudios Políticos y Económicos. A su vez, sostuvo que “los servicios suelen representar una parte significativa del gasto fijo de los hogares. Por tanto, aunque la inflación general se mantenga controlada, estos incrementos en servicios hacen que los salarios rindan menos en términos reales”.