El default argentino no pasó desapercibido para los medios del mundo occidental. En una economía tan globalizada, la cesación de pagos que impuso la Justicia norteamericana provocó que la noticia se instale en los principales medios.
En Estados Unidos, The New York Times, colocó en su tapa el caso: "Argentina encontró un enemigo implacable en los fondos de inversión", señaló, al tiempo que agregó: "El fondo de inversión del multimillonario Paul E. Singer tiene unos 300 empleados, pero aún así ha forzado a la Argentina, una nación con 41 millones de personas, a una posición en la que ahora tiene que contemplar una rendición humillante".
The Wall Street Journal cerró su edición bajo el título "Argentina se tambalea hacia el default tras el colapso de las conversaciones" y advirtió que "la crisis de bonos argentinos enciende alarmas en el mercado global de deuda".
En Europa, los medios italianos y españoles pusieron el alerta. El Corriere Della Sera tituló: "Las deudas impagas de la Argentina de los Kirchner la llevan de nuevo a la quiebra". "No hubo acuerdo: el default de la Argentina es su segunda quiebra en 13 años", consignó en su edición online.
En España, donde las negociaciones se siguieron minuto a minuto por los negocios bilaterales, El País defendió, sorpresivamente, la estrategia del país: "Argentina logra el apoyo de la banca para evitar la suspensión de pagos". Luego, una vez conocida la noticia de la caída de las negociaciones, se sinceró: "Argentina entra en suspensión de pagos selectiva, aunque el Gobierno lo niega".
En Inglaterra, The Guardian explicó que Argentina "entra en default mientras las negociaciones se caen".
En México, el corresponsal de El Universal detalló que "Argentina cae en un 'default' técnico" al remarcar que los fondos buitre no aceptaron la propuesta argentina. En Brasil, Folha de San Paulo, anticipó que Griesa llamó a las partes "a una nueva audiencia".
