Marcelo Figueiras, presidente y dueño de Laboratorios Richmond, habló con revista Fortuna y dio detalles de la fabricación en la Argentina de la vacuna rusa Sputnik V.
Gracias a su experiencia, Laboratorios Richmond logró firmar un acuerdo con el Fondo Ruso de Inversión Directa para fabricar la vacuna Sputnik V contra el covid-19 en el país. “Uno de los temas que hablamos con el presidente Alberto Fernández cuando vino a nuestra planta fue la necesidad que tiene la Argentina de lograr la soberanía sanitaria”, explica Figueiras, en su dialogo con revista Fortuna.
El Gobierno pide prudencia pero se entusiasma con la producción local de la Sputnik V
Laboratorios Richmond es una empresa de capitales nacionales de 90 años, que Figueiras compró hace poco más de tres décadas. Ha desarrollado su negocio en el sector farmacéutico, con más de 80 productos en su cartera con foco en antivirales para el tratamiento del VIH, medicamentos oncológicos, cardiometabólicos y neuropsiquiátricos. Y ahora va por la vacuna rusa.
En el actual contexto pandémico mundial, al que se le suma la incertidumbre económica y política de la Argentina, no son muchos los anuncios de inversión en el sector privado. “Uno invierte en el país porque es de acá. A nosotros nos han llamado autoridades de otros países cuando se enteraron que estábamos por invertir esta cantidad de dinero. Desde Paraguay y Uruguay, hasta Qatar. El mundo entero está buscando inversiones, pero la realidad es que uno es de acá y los hijos están acá. En Argentina tenemos un sistema de salud que es espectacular. Por supuesto que falta mejorar los hospitales y hay que seguir invirtiendo, pero tenemos un sistema con actores muy bien definidos y profesionales de nivel internacional. Invertimos porque consideramos que es fundamental adquirir la soberanía sanitaria”, explica Figueiras.
Fortuna: ¿Cuándo cree que Laboratorios Richmond podrá comenzar a comercializar la Sputnik V en el país?
Figueiras: Planteamos el horizonte de un año. Tenemos que ver cómo a medida que pasa el tiempo, vamos ajustando, pero nos propusimos lanzarla en el período de un año. No es sencillo e internamente estamos tratando de acelerar y ajustar todo lo que podemos, pero el contexto mundial no facilita la situación ya que hay limitantes de muchos elementos por la dificultad en el comercio internacional que afectan la producción. Por este motivo es fundamental entender y concientizar de que la vacuna es importante, pero es solo un elemento más que debe complementar el cuidado que cada uno debe hacer.
Un laboratorio argentino ya fabricó dosis de la Sputnik V y ahora espera la aprobación rusa
Fortuna: Estas dificultades en el comercio internacional también están haciendo que muchos países de Europa, además de Estados Unidos, hayan comenzado a integrar procesos que habían terciarizado en mercados externos como China e India. ¿Cree que la producción mundial está cambiando?
Figueiras: Si hay una lección que nos deja la pandemia es que tenemos que alcanzar el autoabastecimiento de insumos críticos y hoy se está viendo más claro con las vacunas. Los países que están vacunando son aquellos que producen vacunas y los que no, esperan. Y eso sucede aún a riesgo de que no vacunar en la periferia, que seríamos nosotros, también perjudica a los países centrales. La lección que nos deja y que los países centrales lo entendieron muy bien, es que hay que adquirir la soberanía sanitaria. Ojo, que nadie se equivoque. La soberanía sanitaria no significa que tenemos que cerrarnos o vivir con lo nuestro. Eso no solo es una utopía, sino que considero fundamental la integración con el mundo. Sin embargo, hay cosas que son estratégicas, que hay que definirlas claramente y que luego hay que mantenerlas en el tiempo de manera constante.
Fortuna: ¿Los cambios en las políticas macroeconómicas no juegan en contra de esta visión a largo plazo que usted plantea?
Figueiras: Es necesaria una política a largo plazo que permita el desarrollo de nuestra industria y de otras y que no sea pendular. No podemos tener un gobierno que abra y otro que cierre, e ir cambiando constantemente. Se necesita una política clara y a largo plazo.
Fortuna: En lo concreto, ¿qué políticas a largo plazo necesitaría el sector farmacéutico?
Figueiras: La visión de nuestra industria es la de asegurar la accesibilidad de los pacientes a los tratamientos. Hoy en día los tratamientos son cada vez más específicos, orientados y focalizados a la patología puntual de cada paciente y cada vez son más caros. Para poner un ejemplo, nuestro laboratorio sacó un producto al mercado para el tratamiento de la hepatitis B que salía cerca de u$s 1.500. Hasta ese momento, el único tratamiento que había valía más de u$s 110 mil. Lo que necesitamos, entonces, es que se cuide al que está invirtiendo y desarrollando productos en el país. Pero no con protecciones ni prebendas, sino que se nos asegure la competencia en igualdad de condiciones.
Fortuna: Ahora que ustedes producirán la Sputnik V, ¿cómo analiza la polémica que se generó en torno a esta vacuna rusa?
Quién es Marcelo Figueiras, dueño de Richmond, laboratorio que producirá la Sputnik V en Argentina
Figueiras: Chile tiene muchos vacunados y la gran mayoría de las vacunas son de China. Cuando empezaron a aplicarlas todavía no habían salido las investigaciones con los resultados. Imagínense si eso hubiese pasado acá, todo el escándalo que se hubiese generado. En este sentido, yo siempre dije que Argentina tiene al Instituto Nacional de Medicamentos y a la AMNAT, que son de los mejores del mundo, con profesionales de muchísimos años que son intachables y dan tranquilidad a los usuarios y a los laboratorios respecto de los medicamentos y el desarrollo que debe tener cada uno. Cuando vi que fueron a Rusia, yo dije que lo que digan en el Instituto y la AMNAT va a ser correcto. Así lo expresé siempre y, finalmente, a nivel internacional se publicaron los resultados muy positivos.
Fortuna: Además de la producción de la vacuna, ¿cuál es el próximo paso en la estrategia del Laboratorio?
Figueiras: Lo importante es regionalizarnos. Nosotros ya estamos mirando desde México para abajo y lo más desafiante es Brasil, porque es muy competitivo y tienen la escala interna, por lo que se hace difícil entrar en ese mercado. Igualmente, hay laboratorios argentinos con muy buena posición allí. Nosotros ya estamos vendiendo allí, con un socio local; además de estar en el norte de África y en el sudeste asiático. En este sentido, nuestro objetivo con la nueva planta es calificar para Europa. Esto forma parte de nuestro plan quinquenal. De los u$s 80 millones, casi la mitad ya los invertimos en el desarrollo de nuevos productos, biotecnología y estudios clínicos. Además, está la planta, en la cual invertiremos entre u$s 15 millones y u$s 20 millones más. Esta inversión demuestra también que somos de acá y que acá nos vamos a quedar. Lo que estamos esperando es que nos acompañe un poco la macroeconomía. Creo que si se logra un acuerdo con el FMI, si los precios de referencia de las commodities sigue en alza y la reactivación incipiente que se está viendo se concreta y se acentúa, la macro nos pude acompañar.