La cantidad de empresas que aplicaron suspensiones de trabajadores en abril fue de 8%, lo que implica un aumento de 4,4 puntos porcentuales en relación igual mes de 2018. Es una consecuencia de la menor demanda producto del deterioro salarial por la devaluación y la crisis económica que arrancó en abril de 2018. La cifra surge de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo que indicó que “12 de cada 1.000 trabajadores fueron suspendidos, comparado con una proporción de 5 cada 1.000 en abril de 2018”.
El sondeo realizado entre 3.500 empresas de 12 aglomerados urbanos del país relevados arrojó que el índice de empleo privado formal cayó en abril 0,4% respecto a marzo, y se contrajo 2,6% en la comparación interanual.
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Asimismo, las expectativas netas de trabajo para los próximos tres meses son negativas en 1,1 puntos porcentuales, levemente superior al -0,8 puntos de marzo. El guarismo surge como resultado de que un 5,5% de las empresas encuestadas prevé aumentar su dotación de personal mientras que un 6,5% planea reducir su plantel. No obstante, la directora de Análisis y Estadística Productiva, Belén Rubio, destacó que “se observó un aumento del porcentaje de empresas que espera que su dotación de personal se mantenga en los próximos meses” que alcanzó a 88%, “levemente superior al 85,4% de marzo”.
La situación laboral está un poco mejor en el interior del país que en el Gran Buenos Aires. En el conjunto de 11 aglomerados del interior relevados, el empleo cayó en abril 1,7% interanual, mientras que en el Gran Buenos Aires la retracción fue del 2,9% frente a un año atrás. En la comparación contra marzo, las caídas fueron de 0,5% y 0,4%, respectivamente. A nivel de sectores, todas los rubros verificaron en abril bajas de empleo en la comparación interanual. La más significativa fue en Construcción con una merma del 7,5% interanual, y un descenso de 0,6% en relación a marzo.
Marzo La EIL es solo un anticipo de lo que pueden mostrar los datos del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) dado que solo abarca ciertos aglomerados y no a todo el país.Según las cifras definitivas de marzo del SIPA, difundidas también hoy, la cantidad total de trabajadores registrados se contrajo ese mes 2,2 % en la variación interanual. Se destruyeron 268,3 mil puestos laborales. Si se compara contra febrero, se perdieron 30.700 fuentes de trabajo (-0,3%).
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En cuanto al empleo formal en el sector privado, se contrajo en marzo 2,5 % en la comparación interanual (161 mil trabajadores menos), y disminuyó 0,2% respecto a febrero en la medición desestacionalizada.
Bernardo Díaz de Astarloa, subsecretario de Desarrollo y Planeamiento Productivo, consideró que marzo es “una pausa” en la desaceleración que venía mostrando la caída del empleo pero no necesariamente implica un cambio de tendencia.
“Lo que vimos en marzo está en línea con lo que se vio en el nivel de actividad por algunas cuestiones que tienen que ver con menores días hábiles, algunos días más de lluvia que tuvo el mes y un episodio cambiario que trajo un poco de incertidumbre a las decisiones de consumo e inversión; marzo lo vemos como una pausa que interrumpió una dinámica. Se venía viendo una desaceleración en la caída del empleo desde octubre de 2018, se interrumpe en marzo, pero creo que hay que atribuirla a estas cuestiones particulares, y no a un cambio de tendencia”, señaló Astarloa.
CP
