Cartellone es una de las empresas que mencionó el ex titular de la Cámara de la Construcción durante el kirchnerismo, Carlos Wagner, como una de las que participaba en el presunto club de la obra pública, que devolvía como sobornos parte de los giros para infraestructura. “No valido nada” de lo que dijo, aseguró José Cartellone, titular de la firma en un diálogo con periodistas durante la Jornada de la Asociación Empresarial Argentina (AEA), de la que es vicepresidente, junto a otros dos hombres en la tormenta: Aldo Roggio, que ayer declaró como imputado arrepentido, y Enrique Pescarmona, cuyo número dos, Rubén Valenti, se encuentra detenido.
- ¿Cómo impacta a la economía este escándalo?
- En una primera etapa es malo porque involucra a todo el empresariado, pero es una gran oportunidad para un cambio cultural importante en la Argentina. Es una oportunidad para salir adelante de una vez, es un cambio de paradigma.
- ¿Los empresarios se sienten responsables o víctimas de lo que está pasando?
- No es un problema de los empresarios, es un problema de la sociedad. Somos todos los que tenemos que cambiar. El cambio cultural es de la sociedad.
- Usted fue mencionado por Wagner como uno de los empresarios que participó del club de la obra pública corrupta. ¿Va a ir a la Justicia?
- En principio no, porque nos sorprendió a nosotros la mención que han hecho, pero si algún juez necesita aclaración, la empresa siempre está dispuesta y todos sus funcionarios también para aclarar todo lo que fuera necesario.
- ¿Pero usted valida ese circuito que explicó Wagner?
- No valido nada porque como esto está judicializado hay que esperar cómo terminan las cosas.
- Wagner habló de un sistema a través del cual se devolvían anticipos para obras.
- No sé lo que dice este señor… pero en ese período se hicieron cientos de obras. Alguien tiene que hacer las obras. Tenemos 100 años de historia. No creció nuestro patrimonio, lo pueden verificar, fuimos los últimos en cobrar como salió en todos los medios, teníamos atrasos importantes en los cobros, y eso tiene alguna explicación. Nuestra empresa es centenaria. No es que crecimos en 10 o 12 años.
- Pero, ¿les pedían coimas?
-No. No, porque alguna empresa tiene que hacer las obras. Jamás en la vida hemos dejado de hacer las obras, las empezamos y las terminamos. Siempre alguien tiene que hacer las cosas.