Y la verdad que por lo menos Kent, sí es un "enamorado" de la gestión de Mauricio Macri. Con la cena del lunes tuvieron su cuarto encuentro personal en lo que va del año.
En enero, en la cumbre de Davos (Suiza), cuando Macri apenas llevaba un mes en el cargo, Kent fue de los primeros ejecutivos en anunciarle un plan de inversiones para todo su mandato. En abril, el CEO volvió al país y lo visitó en la Casa Rosada. Luego, en julio, Macri pudo participar de la selecta cumbre de magnates y empresarios de medios y tecnología Sun Valley en Idaho, Estados Unidos, gracias a la invitación del propio Kent, un gesto valioso: allí sólo se puede ingresar si uno de los participantes lo invita formalmente. Según allegados a la empresa, el ejecutivo conoce a Macri de cuando éste era jefe de Gobierno porteño, ya que se habrían cruzado en los Mayor Summit, encuentros de alcaldes de todo el mundo.
El respaldo del número uno de la empresa más conocida del mundo, número 62 en el ranking de Fortune 500, con una capitalización bursátil de más de US$ 180 mil millones y 123 mil empleados (8.500 en la Argentina), le sirve al Presidente para acentuar su aura promercado, con la que viene moviéndose por distintos foros de negocios y gobernantes a lo largo del mundo.
Es cierto que Kent no es el único: también lo vivan Liveris, de Dow, o el CEO mundial de JP Morgan, Jamie Dimon, tampoco deja pasar oportunidad para elogiar las reformas económicas del jefe de Estado. Aunque, en su caso, puede decirse que tiene motivos: Argentina es el país de la región que más deuda colocó en lo que va del año (incluido el acuerdo con los holdouts), un negocio en el que ese banco participa. Incluso le prestó al Banco Central, con los famosos Repo: “No les prestamos a bancos centrales, salvo en este caso”, dicen en la oficina local.
En cambio, Kent es todo corazón. Las ventas de Coca-Cola cayeron en la región, especialmente en Brasil y Argentina, al ritmo del 12% interanual en el primer semestre, según su balance. Sin embargo, la caída se ralentiza desde julio, dicen en el sector, donde la situación estaría mejorando.
Kent es un neoyorquino de 64 años que está al frente de Coca-Cola desde 2009, y se maneja con los políticos como pez en el agua. De hecho, el año pasado se cruzó con otro gobernante que lo cautiva: el primer ministro canadiense Justin Trudeau. Él y Macri fueron los únicos políticos invitados a Idaho. En una charla en 2015 le dijo al flamante mandatario de Canadá que le encantaba que fuera un defensor de los derechos de las mujeres y se rodeara de ellas en su gabinete. “Tendrías que ser feminista”, le dijo. Las cuestiones de género son una de las banderas de Kent. Por lo demás, está abocado a lograr que las ventas de Coca-Cola vuelvan a crecer. Acaba de unificar las marcas de todas sus variedades y aguarda un rebote. Como Macri.
