Más de 20 buques hacen fila en el Río Paraná con el objetivo de poder descargar la soja en Argentina. El país se convirtió en el mayor comprador de semillas oleaginosas de Estados Unidos y ahora ve sus puertos desbordados por la llegada de buques que esperan su oportunidad para atracar.
Si bien se desaceleró un poco la última semana, el país norteamericano envió 1,36 millones de toneladas de soja a la Argentina en lo que va del cuarto trimestre. Esto generó una congestión en los puertos argentinos.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, el mayor importador mundial de semillas oleaginosas, es el principal motivo de esta situación. Es que Argentina, el tercer productor mundial de soja, tomó parte del lugar que dejó el país norteamericano en la exportación de oleaginosa al país asiático.
Normalmente, Argentina procesa su propia soja para exportar harina y aceite. Pero ante la disputa entre las potencias mundiales por la que China está rechazando suministros estadounidenses, Argentina cambió su plan.
Ahora, atraída por el apetito voraz de los chinos y un cambio fiscal a nivel nacional, Argentina está enviando más soja sin procesar.
Argentina recurre a importaciones de soja en un comercio revuelto
De esta manera, tras la sequía ocurrida a principios de año que redujo la producción, Argentina exporta lo que produce a China, mientras que abastece sus molinos con la soja importada desde Estados Unidos a precios muy bajos.
Para alimentar la industria nacional de triturado de soja tras la sequía, Argentina está recurriendo cada vez más a las importaciones. Además, los suministros estadounidenses de semillas oleaginosas se han vuelto relativamente baratos en un momento en que las cosechas están en auge, lo que indica un aumento en los suministros.
ED/FeL