ECONOMIA
Medidas económicas

Teddy Karagozian: "Cuando escucho cosas como las de Cerruti, me dan ganas de decirle: 'Callate, no digas nada'."

El empresario textil, entrevistado por Jorge Fontevecchia para Radio Perfil, explicó cómo afectan las últimas decisiones del Gobierno a los empresarios. 

Teddy Karagozian
Teddy Karagozian | Juan Obregón

El empresario textil Teddy Karagozian fue entrevistado por Jorge Fontevecchia para Radio Perfil acerca de cómo afectan las últimas decisiones del Gobierno a los empresarios. 

F: ¿Qué es ser empresario en la Argentina?

Ahora veo que nos tachan de criminales, digamos. Pero en realidad, ser empresario es ser un sobreviviente de muchas políticas malas, que hemos tenidos de muchísimos años. Cada uno dependiendo de su ideología dice 10, 20, yo digo que son 40 años por lo menos. Y la realidad no es que hay una conspiración de empresarios que obran mal, en realidad los empresarios no hacemos las cosas por las dudas, tenemos clientes, tenemos proveedores, tenemos tarifas, tenemos empleados, tenemos contadores, tenemos abogados. Hay montones de personas involucradas en cada decisión de qué precio poner digamos.

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A veces no conseguimos materias prima, a veces las materias primas subieron, a veces bajaron, a veces falta un proceso, a veces los precios de los productos suben mucho por el costo financiero, a veces suben porque el comerciante importaba ropa y no conseguía más importación de ropa porque nos gastábamos los dólares. Yo no soy de los que que creen que los empresarios somos  criminales y creo que es un lenguaje innecesario porque además, es totalmente pan para hoy y hambre para mañana. Ese tipo de actitudes solamente aumenta la inflación porque disminuye la oferta muchos empresarios de la Argentina.

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F: ¿Cuál es la diferencia entre los empresarios que quedan y aquellos que abdican con las distintas formas de abdicación: irse del país, seguir en el país pero vender su empresa? ¿A qué atribuís vos la diferencia? ¿Es una cuestión de carácter, es una cuestión de ignorancia? ¿A qué obedece que algunos pocos continúen?

La palabra en porteño es "huevos" digamos y la otra es que, en general, son más optimistas que otros y en el pasado nos hemos equivocado, es decir, nosotros los más optimistas nos quedamos porque pensamos que no puede seguir empeorando la situación. Estoy contento de haberme quedado porque fueron dos años muy buenos para quienes estamos en Argentina desde el punto de vista de que el país sabe ahora que no puede salir de la pobreza sin trabajar porque endeudándonos no funcionó, importando no funcionó. Ahora tenemos que producir localmente, sacar valor agregado de las materias primas que el país produce.

Sigo optimista  porque en realidad el mundo está cambiando. Los consumidores alemanes compraban  gas de los rusos, los economistas dicen eso es lo correcto lo geopolíticos están diciendo si  seguimos comprando  a los rusos, si seguimos comprando a los chinos en función de precios que ellos ponen políticamente, lo que estamos generando, estamos alimentando, entonces  la economía  tradicional digamos está nuevamente cambiando, como cambio después del Covid y cómo cambió después del 2008 cuando los países que decían que los gobiernos no podían intervenir en la economía, pusieron todo el dinero necesario para salir.

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F:  Vos me estás diciendo que se está volviendo, de alguna manera, a lo que llaman suministro estratégico en Europa, a un modelo de sustitución de importaciones. A que ya no da lo mismo aquello de fabricar hierro o caramelos, sino que cada país empieza a preguntarse si no tiene que ser autosuficiente de determinado tipo de materiales, aunque sea más caros producirlos en su país.

El campo europeo es diez veces más caro que el argentino y se preserva porque ellos saben que estratégicamente no pueden ser dependientes de otro país o continente para su alimentación. Ese tipo de actitudes de aquellos que nos dan clases de economía, pero ellos lo hacen totalmente distinto. En realidad, hay una serie de economistas argentinos que leen libros hechos en el extranjero que están pensados para países extranjeros.

La economía no es la misma en todo el mundo. ¿Por qué digo esto? Vos fijate que la Omicrón la tienen millones y millones de personas y todavía no sabemos bien cómo funciona. La teoría económica tiene solamente 200 casos. Son 200 países distintos que tienen características, una es grande como el dedo meñique de un pie y otra es gigante como cuatro metros de altura.

La economía del mundo no puede basarse en libros de economía, esto es para otras realidades. En la Argentina, cada 10 años, tenemos un vivo que dice ‘nos vamos a salvar, vamos a importar todo lo que podemos y nos vamos a endeudar porque, para cuando termine el proceso, ya la industria va a ser eficiente’. No flaco. Lo que hacemos cada 10 años es destruir lo que fuimos construyendo. Estamos sufriendo las consecuencias de un empobrecimiento continuo, producto de actitudes, tanto de izquierda como de derecha, que llevan a que vayamos perdiendo capacidades productivas. En este momento, en Uruguay están disfrutando de la cantidad de gente que está yendo a su país a invertir, porque se están yendo de la Argentina. Soy optimista, pero cuando escucho cosas como las de Cerruti me dan ganas de decirle ‘callate, no digas nada’.