El endurecimiento del cepo, que ahora permite a las personas físicas atesorar solo US$ 200 mensuales, plantea una incógnita: ¿dónde se volcarán los pesos excedentes?, ¿a mayor consumo de bienes –como ocurrió en 2012– o al dólar blue?
Según los analistas, mientras la brecha entre el dólar oficial y el blue sea chica, la gente optaría por ir al mercado paralelo y seguir ahorrando en la moneda norteamericana, pero a medida que el margen se ensanche, impulsaría la compra de bienes durables como autos, motos y electrodomésticos.
Guido Lorenzo, de LCG, planteó que con el cepo “un sector que se beneficiaría es la construcción, con refacciones en el hogar, o inversiones en boca de pozo”, y recordó que en el cepo 2012 “ocurrió esa reacción”. Un referente de ese sector, Rodrigo Fernández Prieto, señaló a PERFIL que “la expectativa está puesta en las obras en pozo” que se financian en cuotas en pesos ajustadas por el índice de la Cámara de la Construcción, y juzgó que cuando hay incertidumbre económica “el ladrillo es un refugio” que “se puede convertir en dólares en el futuro”. El empresario comentó que en las dos semanas previas a las elecciones “el mercado estaba bastante deprimido” pero en los últimos días “aumentaron las consultas telefónicas diarias sobre los emprendimientos en pozo, se nota que empieza a haber movimiento, y esas son las obras más importantes porque son las que dan laburo a la gente”. Santiago Tarasido, presidente de la constructora Criba, prevé que “con el cepo se van a ir volcando inversiones a lo inmobiliario, va a generar seguramente proyectos nuevos en pozo”. Espera que ocurra como en el cepo anterior, donde “las empresas, al tener limitaciones para transferir dólares afuera, buscaron alternativas en inversiones inmobiliarias, muchas multinacionales que alquilaban oficinas decidieron hacer sus propios edificios”. Estimó que si en el nuevo gobierno “hay desaliento” a la inversión financiera y “tendencia a estabilizar la tasa, eso originará inversiones en ladrillo, porque se entra a un proyecto pagando en pesos pero es un refugio en valor dólar, una manera indirecta de comprar dólares”.
El presidente de la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam), Lino Stefanuto, evocó que en el cepo en 2012 “había un dólar oficial muy por debajo del dólar libre, entonces la persona que tenía billetes atesorados los vendía en el mercado blue y compraba un auto, una moto, que se cotizaba al oficial, les sacaba mucho rendimiento a esos dólares guardados”. El directivo consideró que “hoy hay una brecha que no supera el 10%, no es tan seductora la diferencia, pero si se amplía, podría aumentar la demanda, cuando la brecha es más de un 30%, empieza a pasar eso”. Según adelantó, los patentamientos de motovehículos crecieron en octubre cerca de 15% frente a septiembre. En la primera quincena el promedio diario era de mil operaciones, pero en la semana previa a las elecciones escaló gradualmente hasta 1.400. Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, evaluó que en un escenario incierto respecto de qué hará el nuevo gobierno “no necesariamente los pesos vayan a consumo, pueden irse al paralelo”, aunque especuló que “si llega un punto en que la brecha es muy alta, la gente que se dolarizó a un tipo de cambio oficial bajo puede decidir comprar un auto cero kilómetro”.
Por su parte, Federico Hellmeyer, presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica, acordó que la “brecha cambiaria con el blue es muy baja ahora”, por lo que cree que “la persona que compraba antes dólares irá al informal”, pero acotó que en el sector “existe expectativa (de mayor consumo) en tanto y en cuanto la brecha se amplíe”.
Las pymes encuentran financiamiento alternativo
La restricción de acceso al dólar fomentará la inversión en productos de financiamiento a pymes, vaticinó Lucas Confalonieri, socio de Adcap Securities. “Ante las mayores restricciones cambiarias, los inversores institucionales como compañías de seguros, y fondos de inversión, tienen una liquidez en pesos que necesitan volver a ubicar en productos que les den rentabilidad, tasas reales positivas respecto de la inflación estimada”, agregó.
Por el mix de exceso de pesos por el cepo y las últimas normativas del BCRA vinculadas a los encajes con Leliq para los bancos, se buscan otros productos.
En los últimos días recibieron consultas de fondos y compañías para ver en qué invertir los pesos. Allí entran los cheques de pago diferido. “Veníamos de un par de meses donde solamente el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) era el principal comprador, y ahora los fondos de inversión que manejan mucho flujo de las compañías de seguro han vuelto a buscar este tipo de activos para su cartera”. Lo mismo está pasando con la factura electrónica de crédito que les permite a las pymes financiar su capital de trabajo.
Se empezarán a buscar los fideicomisos financieros con ofertas públicas que se puedan ir emitiendo”, indicó. La posibilidad de que haya inversores en pesos hará que “muchas compañías verán en el mercado la oportunidad de volver a emitir obligaciones negociables corporativas ya sea en pesos o en dólar link”.