La filtración de datos del blanqueo de capitales sobre el círculo íntimo del Presidente, incluyendo a su hermano, por cifras millonarias desencadenó una fuerte tensión dentro de la AFIP, el organismo que recién esta semana logró algo de calma por la decisión de Mauricio Macri de que Alberto Abad, su titular, permanezca por ahora en el cargo. Eso sí, con la incorporación de una experta antifiltraciones que “blinde” a la entidad.
El mensaje de Casa Rosada de mantener a Abad en su silla no solo encuentra su justificativo en que es un funcionario difícil de reemplazar sino que, como contó ayer en este diario Roberto García, su salida causaría un ruido más allá de las fronteras argentinas. La estrategia delimitada esta semana consiste en mantener la dirección y realizar los cambios en el área que resultó vulnerable y permitió a Página/12 difundir cinco casos de familiares y otras personas cercanas al Ejecutivo.
Mañana asumirá en el área de Informática Sandra Rouget, que hasta este viernes se desempeñó como directora general de Informática e Innovación Tecnológica de Anses, también fue parte del alto mando del Ministerio de Justicia y consultora del Banco Mundial por 2005. La especialista es una referente dentro del Estado en materia de seguridad informática, y el anuncio de su llegada despertó entusiasmo entre los empleados del organismo recaudador. El pase de Rouget representa el cambio necesario para mantener a Abad en su cargo, además de la ya conocida renuncia del responsable de la Subdirección General de Sistemas y Telecomunicaciones de la AFIP, Jorge Enrique Linskens, inmediatamente después de la filtración de datos que la entidad había prometido cuidar.
Abad había solicitado días antes de las elecciones legislativas del 22 de octubre a las diez subdirecciones del organismo que prepararan informes de cierre de gestión, un trabajo que se hace históricamente cada vez que hay un cambio de administración. El requerimiento se aceleró a primera hora del lunes siguiente a la elección, al punto de sobrepasar las diferentes áreas.
Todos presentaron sus números, con resultados positivos en la mayoría de los casos, con la excepción de Finanzas, por donde ya pasaron varios funcionarios sin la posibilidad de mejorar un rojo preocupante, es decir que es la situación financiera del propio organismo la que hasta hora no se pudo resolver y a la que no le pueden encontrar un rumbo.