“Contar con una empresa testigo en ese sector es muy importante”, remarcó el presidente Alberto Fernández en el anuncio de la intervención de la agroexportadora Vicentin. Esa posición le puede permitir “dar señales por dónde se puede caminar”, como él mismo explicó. Como en el caso de YPF, puede ser una compañía que, bajo control estatal, marque el campo de juego para el resto en un momento donde escasean las divisas. “Es una decisión estratégica”, agregó.
Vicentin representó el 9% de las exportaciones de granos el año pasado, con ventas por 10 millones de toneladas, según el Gobierno. Hoy las empresas agroexportadoras retienen producción a la espera de una devaluación, lo que lleva a la baja las reservas del Banco Central, que -netas- rondan los US$ 9 mil millones. En esos casos, una Vicentin "Nac & Pop" podría liderar las liquidaciones y garantizar dólares.
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
“La estatización de Vicentín es clave para el mercado cambiario. Que una de las principales generadoras de agrodivisas del país sea pública, y tenga por objetivo maximizar el bienestar social, el desarrollo, y no la ganancia privada, puede atenuar las presiones en este frente”, detalló el economista Matías Rajnerman de Ecolatina.
Las primeras reacciones del campo fueron dispares. “Una empresa testigo es bienvenida”, dijo el ex titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi. “El comercio granario no da pérdida”, remarcó en declaraciones a TN.
Para el ex ministro de Agricultura del Gobierno de Mauricio Macri, Ricardo Buryaile, “lo que se está creando es una empresa estatal que va a intervenir fuerte en el sector”. Desde su perspectiva, el Estado no puede ser buen empresario. “Y si tira el precio para abajo, ¿qué van a hacer las exportadoras?”, advirtió.
Buzzi, por su parte, consideró que “está muy lejos de ser una junta nacional de granos” y recordó que el poder de fuego de una empresa estatal sería limitado: “Cuatro multinacionales manejan el 70% del comercio exterior de granos”, agregó.
Bajo el título de “Proyecto dinamizador de la producción de alimentos”, la propuesta del presidente incluye el aumento de la producción vegetal, incentivos a la exportación de proteína para consumo humano y fomento de la biotecnología. Además se contempla un acuerdo de integración productiva con entidades del sector como la cámara de bioenergía. La intervención estará a cargo de Gabriel Delgado.
Los objetivos del rescate son recuperar y pagar las deudas a los productores del interior, renegociar con los bancos acreedores y garantizar la estabilidad laboral para las 4 mil personas que trabajan en la firma. También busca salvaguardar a 2.600 productores que operan con Vicentin. “Quiero darles la tranquilidad de que podrán seguir vendiendo su producción”, agregó Fernández en la presentación.
