La agencia Standard & Poor’s mejoró la calificación de las obligaciones negociables internacionales de YPF a la categoría CCC+, y reconoció que la petrolera concluyó “exitosamente” el canje de su deuda internacional.
Tal como se informó en un comunicado, esta calificación presenta una mejora de dos escalas respecto de la nota que tenía YPF antes de lanzar esta operación, que era CCC.
El reporte destacó la capacidad que tuvo YPF en completar el canje de una parte importante de su deuda, “reduciendo significativamente el pago de capital e intereses de los próximos dos años y extendiendo la madurez de su deuda, lo que le va a permitir incrementar sus niveles de inversión y revertir el declino de la producción de crudo y gas”.
Paralelamente, la calificadora remarcó “la sólida posición de YPF en el mercado de deuda y su excelente relación con los bancos que logró gracias a que cumplió históricamente con todas sus obligaciones financieras”.
Gracias al canje logrado, la petrolera logró despejar cualquier duda respecto de un posible default, y consiguió un alivio por US$ 630 millones en pagos de capital e interés (hasta diciembre de 2022), para poder enfocarse en sus planes de inversión.
Por último, el informe pronosticó “un escenario estable a mediano plazo para YPF basado en la recuperación de los precios internacionales de petróleo, la reducción de intereses de los próximos dos años y la flexibilidad de la compañía para administrar su plan de inversiones”.
Vale considerar que YPF comunicó el último lunes los resultados finales de la Oferta de Canje relacionada con las obligaciones negociables clase XLVII con vencimiento en 2021, con la única novedad que se sumaron US$ 570.000 a ese bono corto en la presentación tardía de acreedores.
YPF obtuvo el apoyo de acreedores clave para lograr el canje de bonos 2021
YPF alcanzó un nivel de participación del bono corto de 60% y de la totalidad de bonos cercana al 32%, resultando en la emisión de nuevos títulos al 2026, 2029 y 2033 por aproximadamente US$ 2.100 millones, tal como se había informado en el cierre del 10 de febrero.
De esta forma, la petrolera no sólo despejó cualquier duda respecto de la posibilidad de un default, sino que consiguió un alivio por US$ 630 millones en pagos de capital e interés acumulado hasta diciembre de 2022, lo que le permitirá fortalecer sus planes de inversión en la producción de hidrocarburos y en la elaboración de combustibles.
Tras la reestructuración de su deuda en los mercados internacionales, la compañía colocó obligaciones negociables por US$ 122 millones en dos series, la reapertura de la emisión dólar linked Clase XIV a 33 meses y la ON Clase XIX denominada en UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) a 42 meses.
LR