El clima de festejo en el búnker de Cambiemos no logró zanjar diferencias entre dos de los colaboradores cercanos del presidente Mauricio Macri.
La Diputada electa por la Ciudad de Buenos Aires, Elisa Carrió, evitó compartir el escenario con el asesor presidencial, Jaime Durán Barba. Es el choque de dos estilos que conviven en la alianza oficialista: el de la política que encarna Carrió y el marketing new age de Duran Barba.
La enemistad es pública y la diputada llegó a referirse al consultor ecuatoriano como "ese señor teñido". "Sigan con el marketing. Se los va a llevar puestos la política", señaló en oportunidades anteriores "Lilita". En una clase sobre Cambiemos en el Instituto Hannah Arendt, Carrió habló sobre la comunicación gubernamental y escribió el nombre de Durán Barba y lo conectó con la frase "jefe de Marcos Peña".
Carrió subió para festejar el resultado porteño con el jefe municipal, Horacio Rodríguez Larreta y bajó del escenario al que después se acercó Jaime Durán Barba, que quiso subir con María Eugenia Vidal para participar de los festejos por el resultado en la provincia de Buenos Aires de la lista que encabezó Esteban Bullrich. En medio de una lluvia de papelitos, cada uno festejó por su lado.