Una hora y media después del comienzo oficial del escrutinio, en el búnker de Cristina Kirchner admitieron la derrota por lo bajo. La evidencia de los números, que le dieron a Esteban Bullrich un triunfo más holgado de lo que esperaban en el comando de campaña de la expresidenta, obligó a girar el discurso.
“Unidad Ciudadana ha venido para quedarse”, dijo la expresidenta. Y apuntó que su frente “será la base de la construcción para ser una alternativa a este Gobierno”.
Si bien en las primeras horas de la tarde visualizaban una pelea voto a voto, el recuento oficial alejó las esperanzas de la militancia y la dirigencia, que unificó criterios y posicionó a Cristina Kirchner como la “dirigente peronista con más votos del país”.
El análisis de los colaboradores de la expresidenta es que con más de tres millones de votos los gobernadores peronistas quedarán obligados a incluirla y darle protagonismo de cara a la renovación partidaria, con la mira puesta en 2019.
El primer objetivo de la expresidenta se cumplió: consiguió una banca de senadora nacional, para sus asesores, en un contexto hostil de triunfo macrista en todo el país. La derrota de varios de los mandatarios provinciales que pretendían posicionarse como indiscutidos candidatos a presidente, como el salteño Juan Manuel Urtubey, alimentaron en el kirchnerismo la idea de que CFK será una protagonista “imprescindible” en la discusión electoral que se viene.
La baja performance de Sergio Massa, que fue su jefe de gabinete, y de Florencio Randazzo, que la acompañó como ministro de Interior, convenció a Cristina de que no la podrán correr de la discusión.
Lo primero que tendrá que decidir es cómo se incorpora al Senado. El jefe de la bancada peronista, Miguel Pichetto, ya avisó que no la quiere entre los suyos. Y el sentimiento es mutuo, por lo que es posible que la ex presidenta se refugie en los senadores más ultrakirchneristas, que no serán más de 10.
Otro punto que tendrá que resolver es cómo impide que muchos de los diputados nacionales que hoy están en el bloque del Frente para la Victoria se vayan al bloque que están armando los gobernadores.
El tercer aspecto es si, de inmediato, se sentará a negociar con el resto del PJ o se mantendrá por afuera con Unidad Ciudadana. Habrá que ver qué intenciones tiene ella y cuáles son las pretensiones de los gobernadores que, desde que la ex presidenta dejó la Casa Rosada, están intentando armar un nuevo espacio sin su presencia.