Aunque durante la campaña se esforzaron por dejar claras sus diferencias, a la hora de armar sus cabezas de lista algunas de las principales fórmulas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires parecieron ponerse de acuerdo y cuidar especialmente la paridad de género.
Y los resultados de esta noche -aunque ajustados en algunos casos, pero siempre algunos décimos por arriba- parecen haber dejado claro algo más: que, más o menos experimentadas en la arena política, ellas superaron a sus contrapartes masculinas.
Los casos más llamativos fueron dos: por un lado, la ex periodista Débora Pérez Volpin -que además debutó como candidata y resultó elegida como legisladora porteña por Evolución- pasó a su mucho más experimentado coequiper, Martín Lousteau, que encabezaba la lista de diputados por la Ciudad de Buenos Aires de esa misma fuerza. Ambos sacaron poco más del 12% de los votos en sus respectivos distritos, aunque ella lo superó por 0.30%. Pérez Volpin, clave en el armado de la campaña de Evolución, hasta se mostró en el vip del bunker de esa fuerza con la mujer de Lousteau, la actriz Carla Peterson, que fue una entusiasta impulsora del recorrido de su marido.
Y por otro, quizá el más relevante en porcentaje -pero de una lista minoritaria, el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), que de todas maneras hizo una muy buena elección y entró como cuarta fuerza en la Ciudad-, fue el de Myriam Bregman: sacó el 6.87% de los votos, un punto por encima del candidato a diputado por CABA, Marcelo Ramal, que llegó a los 5,81%.
También, aunque era más predecible por su alto nivel de reconocimiento entre los votantes, pero con muy poco margen de corte de boletas, Elisa Carrió sacó el 50,93% de los votos de diputados de Cambiemos en la Ciudad y su contraparte como primer legislador por la misma fuerza, el ex ministro de Modernización porteño Andy Freire, el 50,60%. Y en la provincia, Graciela Ocaña superó por 18 mil votos a Esteban Bullrich, candidato a senador nacional también por primera vez.
Como yapa: los discursos más esperados no fueron, ni por lejos, los del presidente Mauricio Macri ni el de Sergio Massa: en Cambiemos, todos esperaron -y ovacionaron- a María Eugenia Vidal, y los fervorosos militantes de Unidad Ciudadana sólo clamaron por Cristina.